Una brisa fría e intenso sol se combinan en el ambiente de General Villamil Playas la tarde de este jueves, 31 de octubre, en el inicio de un feriado prolongado por el Día de los Difuntos y la independencia de Cuenca.
Debajo de carpas y sombrillas, de a poco llegan los grupos familiares a este balneario de Guayas, ubicado a 60 minutos de Guayaquil.
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En este ambiente, desde este jueves los representantes de hoteles, restaurantes, vendedores ambulantes y comerciantes en general esperan el arribo masivo de turistas, a pesar del contexto de racionamientos de energía eléctrica, que a partir de este viernes, 1 de noviembre, bajaron de 14 a 8 horas.
En el sector turístico hay altas expectativas por este feriado, el más largo del año, ya que tiene cinco días seguidos, del jueves 31 al lunes 4.
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José Ricardo Nelson, presidente de la Cámara de Turismo capítulo Playas, señaló que hay reservas en un 40 % en los hoteles de la localidad en este primer día de feriado. Y espera que en los cinco días de asueto se llegue a una recuperación económica y se alcance el 100 % de la ocupación.
“Necesitamos renovarnos económicamente, esa es el ansia que todo el sector turístico tiene”, dijo.
Nelson mencionó que no todos los hoteleros pueden tener generadores eléctricos; sin embargo, se adaptan con focos recargables o velas.
Él espera que los cambios de los horarios se concentren en franjas que no afecten las actividades del gremio, sobre todo para que los centros nocturnos y los restaurantes cuenten con energía en las noches, cuando más se necesita el alumbrado.
“Esta es una pandemia eléctrica, pero hay que ser optimistas, gracias a Dios está lloviendo en la zona amazónica, esperamos que bajen los cortes”, sostuvo el dirigente.
En este feriado, Nelson expresó que hay hoteles que realizan paquetes promocionales, como 2x1 en estadías, además de dar cocteles o desayunos gratuitos por quedarse dos noches. “La idea es reactivarse”, apuntó él.
En general, el dirigente expuso que los grupos familiares hacen reservas de uno a dos días en su mayoría. Las opciones de habitaciones van desde los $ 20 a los $ 80, aproximadamente.
En la playa, donde se congregan los turistas, los operadores turísticos también están expectantes del arribo masivo de bañistas. Esta mañana allí se notaba que los grupos llegaban de a poco. Algunos iban cargados con bolsos y alimentos para compartir en el sitio.
Cerca del rompeolas de la playa, Andrés Cruz, quien alquila sombrillas, tenía siete parasoles y cinco carpas disponibles. Para las 11:00 ya tenía al menos cuatro ocupadas. Él mantenía precios asequibles de $ 5 a $ 10 para atraer a la clientela.
“Ojalá que sea beneficioso este feriado, todo está en que llegue el turismo, sino toca esperar la temporada”, comentó el comerciante.
Brigitte Yagual, otra dueña de un puesto de comida ubicado en el malecón, refirió que debido a la situación de inseguridad que ha mermado el trajín turístico, solo se ayuda con dos asistentes, a diferencia de los seis que antes le colaboraban.
Con ellas esta emprendedora espera obtener una “boya” de apoyo económico en estos días, ya que el arribo regular ha bajado además en un 75 % por otros factores, como la crisis económica y los cortes.
En este feriado ella trata de aminorar los precios de sus platos con ofertas para incentivar a los usuarios. “Estamos necesitados, esperamos que nos consuman”, añadió.
En ese sentido, en su cartilla el plato de arroz marinero, que se vendía en $ 10, ahora lo comercia en $ 5 con una porción acoplada.
“Saben que mis arroces han sido bien servidos, pero ahora de un arroz le saco dos para que coman dos, asimismo si una corvina se la vendía en $ 7, se la vendemos en $ 5″, manifestó.
Ella invitó a la ciudadanía a visitar este balneario, como opción ofreció el servicio a domicilio.
“Tenemos una hermosa playa bonita, pero lamentablemente la situación es para todos, porque si no hay ingresos de turismo, no tenemos economía en el cantón. Espero a todos mis clientes, porque ellos son los que me salvan”, dijo.
En la playa de General Villamil se evidenció el patrullaje de las Fuerzas Armadas y, a su vez, de motorizados y policías en las calles del cantón. (I)