Familias que creían que el cuerpo de su pariente estaba sepultado en paz, que incluso le llevaban flores y lo recordaban en un camposanto en la Aurora, en Daule, ahora sienten incertidumbre ya que los cadáveres de sus familiares son exhumados por agentes especializados del Servicio Nacional de Ciencias Forenses junto con la Fiscalía, debido a inconsistencias halladas en el proceso de identificación de víctimas de COVID-19 en el hospital Los Ceibos del IESS.