Lo han intentado todo: han hecho públicas sus historias de la trágica enfermedad que padecen; han acudido a fundaciones para unir fuerzas; han enviado cartas a autoridades del Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS) y del Ministerio de Salud (MSP), y al presidente Lenín Moreno apelando su gestión, pero no logran acceder a eso que la Constitución les respalda, sus medicamentos que les garanticen una vida estable en medio de esta pandemia por COVID-19.

Este Diario conversó con voceros de fundaciones de pacientes de diversos tipos de enfermedades y con las familias de ellos. Ambas partes coinciden en que la entrega de la medicina se ha vuelto una dura peregrinación en hospitales del IESS y del MSP.

Javier Córdova, presidente de la Fundación Hemofílica Ecuatoriana (Fundhec), contó que hay 35 pacientes hemofílicos que además tienen VIH y hepatitis B y C. Ellos necesitan con urgencia retrovirales, pero el IESS y MSP no los entregan desde antes de la pandemia.

Publicidad

“Hay muchos laboratorios que pueden venderlos, pero no tenemos respuestas de autoridades. Quieren seguir direccionando (las compras) a uno o dos laboratorios. Y este tipo de pacientes están muy preocupados por su vida, porque su sistema inmunológico está expuesto y peor en una pandemia, una simple gripe o infección estomacal en estos pacientes puede llegar a matarlos en cuestión de días”, explicó.

Detalló que son cuatro pacientes hemofílicos de riesgo en el hospital Teodoro Maldonado Carbo y otros seis en hospitales del MSP, un total de diez en Guayaquil. Y los medicamentos que aún no les han entregado pese a la insistencia son raltegravir 400 mg, la mezcla tenofovir + emtricitabina, interferón y rivabirin.

Francisca Reinoso, de la Fundación Esperanza y Vida, contó que ella gestiona medicamentos para pacientes oncológicos en el Teodoro Maldonado, pero aún no se concreta en algunos casos.

Publicidad

Esta falta de dotación también afecta a los niños. Carmen Mayorga, presidenta de la Fundación Manitas de Amor, lamentó que 50 menores aún buscan su medicina urgente.

Ella explicó que estos niños padecen de mucopolisacaridosis de diversos tipos, estas son enfermedades metabólicas hereditarias. También tiene pacientes lipofuscinosis neuronal ceroidea infantil tardía que conlleva a un deterioro de la capacidad mental y motora, epilepsia y pérdida de visión.

Publicidad

Mayorga contó que son doce pacientes que se atienden en los hospitales Baca Ortiz y Eugenio Espejo, del MSP, y el Carlos Andrade Marín, del IESS.

En este último se hacía atender la pequeña Doménica que este sábado cumplirá 6 añitos. Su mamá, Lizeth Sánchez, contó que su niña padece mucopolisacaridosis.

Explicó que mediante medida cautelar logró obtener el tratamiento de su niña cada semana en el HCAM, en Quito.

“Hasta el 10 de marzo de este año fuimos al tratamiento, luego vino la pandemia, no pudimos seguir yendo al hospital porque mi hija es vulnerable, si se contagia podría ser letal. He pedido que envíen la medicina galsulfasa a Ibarra, donde resido, ya que esa medicina se compró solo para ella. Envié oficios al gerente del Andrade Marín y al director del IESS, Jorge Wated. Pero nada”, dijo.

Publicidad

Ella recordó que para acceder a la medicina tenía que salir desde las 03:30 de Ibarra y tomar bus interprovincial a Quito para llegar a ese hospital y estar ocho horas en tratamiento con su niña, luego salir a buscar bus a las 16:00 y llegaba a las 20:00 a su casa.

“Era cada semana y muy cansado para ella. Ya que por su enfermedad tienden a tener dolores articulares. Necesito el medicamento, acá hay predisposición de darle el tratamiento pero no está acá la medicina”, explicó.

Jorge Wated, director del IESS, indicó que se realizan compras tanto de insumos y de medicamentos para pacientes de sus centros. (I)