Una moneda de un centavo de dólar mantiene con alta expectativa a coleccionistas y población en general por el afán de hallarla. Es una moneda especial y costosa. Por ella ofrecen 840.000 dólares.
Se trata de un centavo de hace 8 décadas: es la moneda 1943-D que tiene un error de acuñación específico. Eso la hace atractiva.
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Los expertos en el tema, informa The Sun, han elogiado el aspecto único de la moneda, un error en el proceso de acuñación, como el “santo grial” de los errores.
Qué hace especial la moneda de centavo
Explican en The Sun que en 1943, al calor de la Segunda Guerra Mundial, era el cobre el material típicamente utilizado para el 100% de los centavos, pero al mismo tiempo el cobre “tenía una gran demanda para fabricar equipos que se enviaban a los soldados estadounidenses”.
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Llegó el momento en el que el Departamento del Tesoro decidió que se utilizaba demasiado cobre para fabricar centavos y cambió las placas con las que se acuñaban las monedas en las Casas de la Moneda de Denver, Filadelfia y San Francisco por acero recubierto de zinc.
A finales de 1942 inició el cambio. Sin embargo, “quedaron algunas planchas de bronce en unos pocos contenedores” y unos pocos centavos muy seleccionados de 1943 fueron acuñados en una placa de bronce, lo que los hizo raros y valiosos.
Si encuentra un centavo de 1943, qué debe hacer
The Sun señala que los coleccionistas de monedas deben asegurarse de que el año del centavo que encuentren sea de 1943.
Hace 42 años, el centavo pasó a ser de zinc revestido de cobre.
No se deje llevar por la emoción si consigue un centavo de dólar de 1943, se tendría que probar si el centavo es completamente de cobre o no.
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Con un imán puede comenzar a salir de dudas: “Si la moneda se adhiere al imán, no es cobre; si no, probablemente lo sea”.
Aún así falta un paso más: debe ser autenticado por el Servicio de Clasificación Profesional de Monedas.
El santo grial de las monedas
Una acuñación errónea en la Casa de la Moneda de Denver en 1943 está detrás de esa particular moneda, por la que hoy puede recibir $ 840,000 quien tenga la ‘fortuna’ de hallarla.
La versión más cercana sería que un empleado de la Casa de la Moneda colocó rápidamente una plancha de bronce en la prensa de monedas y acuñó un solo centavo para guardarlo para más tarde.
Luego supuestamente fue transmitido de generación en generación y llevado a subasta.
(I)
