Efusiva e hiperactiva. Así es Blanca Ugarte Guzmán, más conocida como Poly, quien dirige la fundación que lleva su nombre, que lucha contra del cáncer de seno y que está ubicada en la ciudadela La Garzota.

Esta guapa mujer de 52 años, abogada de profesión, también incursionó en política. Ella dice que los Ugarte han estado siempre activos en la vida política de su natal Machala. “ Mi infancia fue muy bonita junto a mis hermanos. En esa ciudad vivimos hasta los 5 años, cuando por motivos políticos mi padre fue confinado a Guayaquil, y después de tantos años yo ya soy una guayaquileña de corazón, por supuesto, sin olvidar a mi provincia de El Oro”.

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Se graduó de abogada en la Universidad Católica, profesión que supo compaginar con su rol de empresaria. “He sido un poco de todo, pues mis padres fueron bananeros, y camaroneros y políticos”

A los 19 años se casó, y de esa unión tuvo a sus dos “tesoros”: Víctor y Estéfano Ferretti Ugarte. “Ellos me han dado cinco nietos hermosos, los amo”, comenta esta abuela chocha que se muestra muy risueña al hablar de ellos.

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Ella dice que siempre ha querido servir a los demás, por esa razón escogió la carrera de leyes, pues pensaba con “inocencia” que la justicia podía cumplirse, sin embargo, al comenzar a ejercer se dio cuenta de que la justicia era muy difícil de conseguir en las cortes.

Entre los casos que la hicieron sentir esto tiene presente uno muy particular. En sus primeros años de abogada tuvo que litigar con uno que había sido su profesor y al que admiraba. En ese enfrentamiento se dio cuenta de que el poder influye mucho. “Estuve litigando cinco años en ese caso, y cuando terminé ganando, le envié una corona de flores, de esas que se dan en los sepelios, porque había matado mi fe en la justicia”.

La política
A principios de la década del noventa, ella y su exesposo se inmiscuyeron en el activismo político para apoyar a uno de los candidatos a la presidencia, Jaime Nebot, y poco a poco, Poly fue adentrándose en ese mundo que en ese tiempo aún “era solo de hombres”. Primero empezó como coordinadora y luego fue tomándolo más en serio debido a que podía “ayudar a ayudar”; además, dice que ella “lo que hace, lo hace bien”.

Gracias a ese carácter decidido y temperamental le preguntaron si aceptaría ser concejala por el Partido Social Cristiano. Aceptó un poco incrédula, pero para su sorpresa la escogieron. Una de sus anécdotas de ese periodo es que el día de la posesión ella llegó muy elegante al salón municipal que estaba lleno de hombres, se sentó junto al alcalde León Febres-Cordero, lo saludó y luego él llamó al mesero, quien llegó con un vaso. Poly lo bebió de un solo sorbo pensando que era agua, pero para su sorpresa era vodka. “Yo me puse rojita y todos me miraban. Pero para no darles el gusto, ni siquiera tosí”, dice riendo.

Además de concejala, cargo que ocupó hasta 1998, también fue diputada desde ese año hasta el 2002, cuando decidió retirarse de la política porque no estaba de acuerdo como se la manejaba. “Yo siempre tuve carácter, si yo votaba, era porque estaba de acuerdo, no porque me lo dijeran”, comenta.

Su fundación
Después de dejar la política se dedicó de lleno a su papel de empresaria, hasta que en el 2006 fue a realizarse una mamografía de control y le dijeron que tenía un pequeño tumor en un seno. Al realizarse la biopsia les pidió al doctor y a su familia que en el caso de que tuviera cáncer le operen el seno enseguida, como ocurrió. “Yo lo hice porque sabía que sería muy duro si me encontraban la enfermedad, tener que volver una semana después para operarme”.

Al padecer esta mortal enfermedad (principal causa de muerte entre las mujeres ecuatorianas) y al observar las circunstancias que pasaban muchas mujeres al no tener los recursos necesarios para tratarse (un tratamiento cuesta alrededor de 10 mil dólares), decidió abrir la fundación, con el objetivo de fomentar la prevención de esta enfermedad. Fue el 23 de octubre del 2007, de esa lucha es de donde nace su frase “Tócate”.

En estos cuatro años, la Fundación Poly Ugarte ha realizado marchas y charlas por varias ciudades del país, promoviendo la prevención como el mejor método para tratar esta enfermedad.

Dicen de ella
“Ella es una persona de carácter, muy exigente con los que trabajan con ella, y al mismo tiempo es muy sensible a la hora de ayudar a los demás”.
Raquel Landívar
Colaboradora