Quienes conserven aún sus antiguos muñecos de soldaditos de plomo recordarán que sus padres los adquirieron en un novedoso almacén que hubo en Guayaquil.

En 1935, don Arístides B. Antepara, un importador, se asoció con don Luis Palomeque y decidieron abrir al público en la calle Vélez 107, un novedoso almacén al que llamaron La Casa de Todos, para expender juguetes, bisutería, adornos navideños, globos, artículos escolares y de bazar. Esta sociedad duró hasta 1946 en que se separaron; entonces don Arístides B. Antepara estableció por su cuenta su propio negocio con el nombre de Almacenes Lilita.

El Lilita se destacó por sus productos de moda, como eran los cosméticos, el famoso lápiz labial a prueba de besos Zande de colores rojo fuego, strawberry, natural, lucido por las damitas y que iban en franca competencia con marcas sofisticadas como Pond’s, Tamgee, Max Factor, Coty, Don Juan. También llenaba sus vitrinas con artículos de carey, galalita y bakelita, ya que aún no aparecían en el comercio los objetos de plástico.

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En las épocas de inicio de clases, en las fiestas infantiles, en los cumpleaños..., las personas se dirigían a este local a comprar artículos para regalos, sorpresas, etcétera; por lo que se extendían en sus horas de atención al público y aumentaban su personal.

El dueño del almacén e incansable trabajador falleció en brazos de su hija Lilly, el 10 de julio de 1978. Finalmente, luego de experimentar cambio de local como en seis ocasiones, en 1996 el negocio que estaba en manos de sus descendientes, cerró.

Alberto Muñoz Morán,
Guayaquil