El Gobierno ha anunciado la posibilidad de un repudio de la deuda pública que tendría graves consecuencias para los ecuatorianos y estaría basada únicamente en el informe generado por la Comisión para la Auditoría Integral del Crédito Público (CAIC). ¿Cuál es la credibilidad de este informe?
El “neoliberalismo”, término ideológicamente cargado, aparece no menos que nueve veces en el reporte. Los autores parecen entender por neoliberalismo al desmantelamiento del Estado, no obstante las cifras que presentan muestran cómo creció el endeudamiento, y por ende, el gasto público. El informe también le asigna al neoliberalismo la prescripción de un salvataje a la banca privada. ¿Desde cuándo el aumento desenfrenado del endeudamiento y el salvataje con dinero público a entes privados forma parte de una receta liberal?
El informe concluye que la deuda soberana es “ilegítima”. Hablando de ilegitimidad, ¿le parece legítimo que, como lo demuestra el informe, se acostumbre a pagar los déficits del gobierno de turno con el ahorro del trabajador formal ecuatoriano? Para diciembre de 2006 (no se explica por qué esa tabla no incluye cifras hasta 2007 o 2008) el IESS era el tenedor del 66,5% de los certificados de la Tesorería, certificados que sirven para cubrir el déficit del presupuesto.
Como la comisión nace en el seno del actual Gobierno, ¿le sorprende que en el reporte no se cuestione nada de lo sucedido desde enero de 2007?
Recordemos la historia reciente que fue omitida del informe de la CAIC. Era febrero de 2007 y el entonces Ministro de Economía apareció en una filmación participando de una negociación clandestina. En la grabación se ve y oye claramente al ministro Patiño decir a Carlos Abadi y Armando Rodas –luego de que estos le explican la posibilidad de ganar hasta 50 millones de dólares con una manipulación del mercado– “Para eso yo tendría que… poner en ascuas al mercado, si no, no… Mientras más los asuste, ustedes venden más prima”. Luego, el Ministro junto con el presidente Correa anunciaron que no se iba a hacer el pago y el día que se vencía el plazo se realizó el pago, lo que ha hecho a muchos suponer que hubo uso de información privilegiada.
En mayo de 2007 Teleamazonas muestra los Pativideos y dos meses después, Patiño es el Presidente de la CAIC. Es decir, en Ecuador, cuando un video da indicios de que uno ha cometido un delito con el uso de dinero público se lo nombra auditor y juez de ese tipo de delitos.
¿A dónde quiero llegar con todo esto? A que esto es solo una pequeña muestra de que el informe de la CAIC carece de credibilidad, es politizado y difícilmente transparenta el manejo de la deuda antes, durante y después de este Gobierno. Año y medio y 76 páginas después, los autores del informe siguen sin darse cuenta de que el problema no es el neoliberalismo, el socialismo, Hurtado o Febres-Cordero. El problema es un Estado que no rinde cuentas, sin límites a endeudarse y a gastar en nombre de todos los ecuatorianos –endeudamiento que aunque este Gobierno se niegue a pagarlo, lo pagaremos todos tarde o temprano a una tasa más alta, probablemente desdolarizados y con alta inflación–.