La ‘Camay’ por la emisora América estuvo entre las de mayor sintonía, pero otras consiguieron igual acogida, mientras las figuras del radioteatro se convirtieron en referentes. Ahora mandan las telenovelas.
Jenny Estrada en su libro Del tiempo de la yapa recuerda las experiencias de las familias guayaquileñas con la radionovela ‘Camay’ en la estación América del radiodifusor Luis Albán Bajaña y que impulsó Enrique Vega Ruilova.
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La acogida a ese espacio en América motivó a sus colegas a impulsar obras similares con elencos de radioteatro que se convirtieron en referentes de la época.
Además de la novela ‘Camay’ que dio emociones a adultos, jóvenes e incluso niños que se situaban frente a los radios Telefunken, RCA Víctor y otras marcas, debemos citar a la CRE y ‘La novela de la tarde’ y ‘La novela del hogar’; El Mundo: ‘La novela en su hogar’; Bolívar: ‘La novela Pepsi Cola’; Atalaya: ‘La novela Colgate-Palmolive y Mejorub’ y ‘La novela ENO’; Excelsior: ‘La novela Excelsior’; y Cenit: ‘La novela del aire’.
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Otras emisoras de mucha sintonía fueron El Telégrafo, con El teatro en su casa, de Paco Villar (1939, y Ondas del Pacífico. En cambio, algunos espacios cambiaron de casa con nuevos patrocinadores: Atalaya y ‘El teatro selecto Gliden’ y las radionovelas ‘Mouson’, ‘Silueta’ y ‘Oleica’.
Radionovelas que se escucharon en las décadas del cincuenta y sesenta del siglo pasado son, entre otras: El enemigo, El derecho de nacer, El color de mi madre, Renzo el gitano, Corona de lágrimas, El sol sale para todos, Sangre y arena, Incomprensión, Una ventana en el camino, El pescador de estrellas, Los sembradores, Drácula, Más allá del silencio, Una mujer inolvidable, La mentira, La mujer del odio y Tú eres mi destino.
Asimismo, Águilas frente al sol, El precio de un pecado, Paraíso maldito, La estirpe de Caín, El pasado manda, Los miserables, Otro hombre en su vida, El calvario de una madre, Yo no creo en los hombres, Honrarás a tu madre, Redes de odio, entre otras.
Entre sus autores estaban Caridad Bravo Adams, Félix B. Caignet, extranjeros, y Hugo Vernel, David Ledesma, Eloy Vélez, Leonel Sarmiento, Gabriel Vergara Jiménez, ecuatorianos.
En cuanto a los productores, directores, libretistas, presentadores, narradores y sonomontajistas estuvieron Hugo Vernel (José Guerra Castillo), David Ledesma, Paco Villar, Eloy Vélez Viteri, Jorge Velasco, Enrique Vega Ruilova, Manuel Ocaña Dorado (o Benito Pérez), Emilio Díaz, Jorge Velasco, Abel Santacruz, Germán Cobos, Elsy Vidal, Leonel Sarmiento, Gabriel Vergara Jiménez, Rogelio Atocha, Marcos Pons Ontaneda, que solían dirigir y actuar en sus propias obras.
Hubo muchas figuras del radioteatro local, pero intentaremos mencionar a la mayoría: Rosario Ochoa, Magda Macías, Delia Garcés, Ángela Játiva, Meche Mendoza, Elena Benites, Marina Barahona, Fanny Moncayo, Paquita Jiménez, Pilar Ocaña, Marcela Duval, Carmen Villafuerte, Margot Mendoza, Victoria Rivera, Paquita Ocaña, Pilar Guevara, Carmen Rivas, Pepita Rendón, Cástula León, Elsie Villar, Fresia Saavedra, Mercy Yánez, Carmita Palacios, Mariana Cueva, Cruz Alvarado, Gladys Aguiar, Laura Moreno y Blanca Salazar.
Entre los actores cotizados y gente de la radio que incursionó en el teatro constaron Darío Almar, Luis Patiño, Roberto Garcés, Jorge Guevara, Carlos Cortez, Gonzalo Heredia, Julio Villagómez, Antonio Hanna, Alejandro Hurtado, Enrique Pereda, Sergio Rojas, Antonio Arboleda, Alfonso Manosalvas, Humberto Romero, Antonio Santos, Álvaro San Félix y Ralph del Campo.
Igualmente, José Hanna, Jorge Pesántez, Jimmy Burbi, Germán Cobos, Martín Santos, Juvenal Ortiz, Aurelio Tovar, Antonio Cajamarca, Humberto Romero, Fernando Ribas, Pablo Vela, Carlos Monserrate, Luis Maestre, Jorge Palacios, Alfonso Chiriboga, Mario Fernández y Gustavo Romero, que arrancaron suspiros, lágrimas y sonrisas a una comunidad que los recuerda.