“Patria, tierra sagrada de honor y de hidalguía,/ Que fecundó la sangre y engrandeció el dolor,/ ¡Cómo me enorgullece poder llamarte mía,/ Mía, como a mi madre, con infinito amor! (bis).

Por tus cruentos martirios y tus dolientes horas,/ Por tus épicas luchas y tu aureola triunfal,/ Por tus noches sombrías y tus bellas auroras,/ Cúbrenos siempre ¡oh patria! Con tu iris inmortal” (bis).

-Esta canción patria resuena en escuelas y colegios desde hace mucho tiempo, ciertamente más de medio siglo. Ninguna autoridad educativa necesitó imponerla para que sea cantada, tampoco se lo hacía todos los días ni todas las semanas; era y lo es todavía, parte del programa protocolario del Día de la Bandera Nacional o de la ceremonia de Relevo de Abanderados; la cantábamos con énfasis, con fuerza, marcando con nuestras gargantas el significado de cada una de sus estrofas.

-Patria pertenece a los ecuatorianos en general y a ninguno en particular, al igual que el Himno Nacional; movimientos o partidos políticos no deben adueñarse de su melodía para promocionar ideas por más relevantes y oportunas que puedan ser; su letra expresa sentimientos patrios que no deben mezclarse con intereses particulares.

-Un movimiento político, por primera vez en la historia de Patria, la toma para recrear su publicidad, se adueña de algo que no es de su propiedad. En estas circunstancias, el señor Ministro de Educación envía esta comunicación a los directores provinciales de Educación del país: “De conformidad con lo dispuesto por el economista Rafael Correa Delgado, presidente constitucional de la República, solicito a ustedes instruir a las autoridades de los establecimientos de educación sobre el aprendizaje de la canción Patria, a fin de que sea interpretada en los actos y ceremonias institucionales”. El Lcdo. Raúl Vallejo ha indicado que se trata de un pedido cordial, jamás de una obligación, porque de haberlo él pensado así hubiese expedido el correspondiente Acuerdo Ministerial.

Mi propuesta: que los educadores sigamos haciendo uso de la canción Patria como un elemento idóneo para robustecer nuestro sentido de pertenencia al suelo en el que nacimos; que la canción no sea usada en actos  que tengan un notorio matiz político de un movimiento o partido; si Patria es cantada por los integrantes de la Asamblea Constituyente, del Congreso Nacional o la Corte Suprema de Justicia, en buena hora, porque se trata de organismos oficiales que nos representan a todos; es imprescindible identificar nuevamente a la canción con el Ecuador de Manuel María Sánchez, con la patria que fue y es de todos los ecuatorianos.