Los habitantes de Puná reclaman a las autoridades, obras y servicios básicos.
Vivir en la isla Puná es complicado. En esta parroquia rural perteneciente a Guayaquil, los casi 10 mil habitantes pasan sus días entre la carencia de servicios básicos y la falta de seguridad contra incendios.
El 80% se dedica a la pesca artesanal y el combustible que usan en sus faenas lo almacenan dentro de sus casas.
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De producirse un incendio, los puneños no pueden recurrir al agua potable pues no cuentan con el servicio.
El líquido proviene de un pozo en el sector de Puná Alto y se entrega a través de tuberías por escasos periodos. Este depende del suministro de energía eléctrica, que se da desde las 15:00 hasta las 24:00.
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Pero el servicio no llega a los 22 recintos, muchas veces los moradores de la isla tienen que pagar 10 centavos por cada balde de agua que compran a las personas que tienen pozos en sus terrenos.
El alcantarillado no existe. La mayoría de las viviendas cuentan con pozos sépticos o tuberías conectadas a los baños que arrojan los desperdicios directamente al estero.
Llegar a la isla, ubicada a 60 km de Guayaquil, toma 4 horas de viaje por vía fluvial.
Las lanchas parten desde el muelle del mercado Caraguay, en el sur de la urbe.
La salida depende del estado de la marea y el costo del pasaje es de $ 2,70 por persona.
En caso de presentarse una emergencia hay botes que realizan el mismo trayecto en la mitad del tiempo, pero su costo es elevado: $ 250.
Los puneños se quejan de la falta de medicinas y equipos en el único subcentro de salud que tiene Puná y que atiende solo de miércoles a domingo.
La parroquia no cuenta con vías asfaltadas y los propietarios de los predios no pagan impuestos al Municipio.
Esto complica la ejecución de obras que reclaman sus habitantes a las autoridades.
Los trabajos serán ejecutados cuando estas personas comiencen a tributar, pues las obras se financian con estos rubros.
División
Puná tiene 920 km² y es casi dos veces más grande que el área urbana de Guayaquil.
Educación
La cabecera parroquial cuenta con una escuela privada y tres fiscales con igual número de profesores contratados por el Gobierno.
Obras
Solo la parte alta de la cabecera parroquial tiene calles adoquinadas. El Consejo Provincial analiza reparar escuelas, calles y la iglesia.
Servicios
Interagua evaluará incluir a la isla en el plan de expansión para dotarla del servicio de agua potable y alcantarillado.