En el 2002 adquirí un carro de cinco puertas cero kilómetros. El uso diario que le he dado es de la casa al trabajo y viceversa. En tres años tiene 36.000 kilómetros.
Hace unas semanas se le comenzó a filtrar el líquido hidráulico por una manguera de la dirección. Lo llevé al concesionario y ahí me dijeron que lo dejara para revisarlo.
Me indicaron que lo único que tenía era que estaban flojas las abrazaderas de la manguera de la dirección hidráulica y por eso hubo filtración. Pero pasados unos días nuevamente lo llevé a los talleres porque siguió la misma filtración. Me señalaron que habían arreglado la manguera y ya no iba a filtrar.
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Ese mismo día, después de una hora, me llamó un señor de dicho taller para decirme que el vehículo tenía averiada la bomba de agua, el termostato, que había que cambiar el empaque del cárter porque estaba filtrando aceite. El total de la cotización de los daños y mano de obra llegaba a $ 229.
No creí lo que me indicaron porque mi carro no presentaba otra molestia, solo la filtración de líquido en la dirección hidráulica. Lo fui a retirar y cancelé el pequeño trabajo de ajuste de manguera de la dirección.
Al día siguiente a mi auto le filtraba aceite y líquido por otras partes del motor, lo cual no le ocurrió anteriormente.
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Lo llevé de urgencia a otro taller indicándoles lo que me manifestaron en los talleres del almacén. El resultado fue que mi vehículo no tenía daño alguno, que la bomba, termostato y empaque estaban bien; lo que ellos hicieron era ajustar algunas piezas que me las dejaron flojas para simular que el carro tenía daños.
¿Cómo es posible que como cliente de años de los talleres de ese almacén de vehículos me hayan querido estafar?
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Doy a conocer mi caso para que otras personas confiadas como yo no caigan en el mismo error.
Solange Isabel Avilés Baldeón
Guayaquil