Ayer se recordaron los 50 años del deceso de la notable preceptora Amarilis Fuentes Alcívar; hoy rememoramos al educador Pedro Martínez Guerrero, por los 75 años de su fallecimiento.

Ambos personajes nacieron en Guayaquil y se identificaron con la actividad educativa, convirtiéndose en verdaderos paradigmas de tal acción que recibió la gratitud oportuna de la comunidad.

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Amarilis Fuentes nació en 1894 y  tempranamente mostró su vocación. Débora Lamota le brindó las primeras enseñanzas; en el normal Manuela Cañizares de Quito hizo la carrera de Pedagogía y Metodología.

Enseñó en planteles primarios de esta urbe, fue subdirectora y rectora del normal Rita Lecumberri y concejala. Apoyó a Rosa Borja de Ycaza para la fundación de la Legión Femenina de Cultura Popular.

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Asistió a certámenes pedagógicos internacionales, impulsó actividades culturales y recibió altas preseas del Gobierno e instituciones representativas del país. Un plantel secundario, en la ciudadela Los Esteros y una calle en el barrio del Centenario (sur de la ciudad) perpetúan su nombre.

Pedro Martínez Guerrero vino al mundo en 1892 y en 1918 fundó el liceo Juan Montalvo. Anteriormente había enseñado en la escuela de la Sociedad Filantrópica del Guayas y la escuela municipal de la parroquia Olmedo, en la que ejerció la dirección.

Escribió obras didácticas muy importantes: Sistema Métrico Decimal y Elementos de Aritmética, que fueron reconocidas por sus colegas y estudiantes. Por sus méritos el Estado en 1901 le reconoció la jerarquía de Preceptor de Primera Clase.