Al menos 300 comerciantes ingresaron esta semana a laborar en los mercados de la red municipal, una vez que el cabildo de Guayaquil reubicó a los informales de la calle Pedro Pablo Gómez (PPG) en la explanada de Gómez Rendón, entre Abel Castillo y Maldonado.

Un informe del Departamento de Aseo Urbano y Rural y Mercados del Municipio de Guayaquil menciona que 18.226 comerciantes laboran en la red de mercados. Agrega que con el cierre de la PPG, existen decenas de interesados en ingresar a estos establecimientos.

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Sin embargo, un trabajo de este Diario revela que aún hay entre 700 y 1.334 puestos sin ocupar en los 42 centros de abastos, creados para eliminar el comercio informal en las calles de la ciudad. Los comerciantes que allí laboran no están satisfechos.

Se quejan por las pocas ventas y la competencia de las ferias libres y las tiendas de barrio.
 La presión municipal para eliminar la informalidad en la zona céntrica hizo que entre 1.500 y 5.000 comerciantes se asentaran en al menos 20 sectores del área periférica.

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Pese a que 18.226 comerciantes laboran en la red de mercados del Municipio de Guayaquil, entre 1.500 y 5.000 informales siguen en las calles, especialmente en sectores suburbanos.
Los informales, además de los tenderos de barrio, constituyen la competencia para los ocupantes de los mercados, quienes se quejan por las bajas ventas. En algunos hay decenas de puestos desocupados.

El mercado callejero de Pedro Pablo Gómez desapareció esta semana y quedó para el recuerdo la imagen de un sector desorganizado donde laboraban, desde hace décadas, miles de comerciantes informales.

Personal del Departamento de  Aseo Urbano y Rural y Mercados del Municipio de Guayaquil reubicó a los vendedores. En la  explanada de Gómez Rendón, entre Abel Castillo y Maldonado, se instalaron 1.235 comerciantes. Unos 500, conocidos como semimayoristas, fueron a parar en una explanada de la Terminal de Transferencia de Víveres (TTV), en Montebello. Otros buscan espacio en la red de mercados municipales y en la informalidad.

Con esto se cumplió una fase del reordenamiento urbano de la ciudad, promovido por la Municipalidad de Guayaquil, para mejorar el comercio en la Bahía y los mercados Sur, Central, Machala y Pedro Pablo Gómez.

Este proceso tiene su base en la operación de la Red de mercados municipales, que comprende 42 establecimientos ubicados en distintos sectores.

Sin embargo, los informales no han desaparecido por completo. A medida que la presión municipal avanzó en el sector céntrico, estos personajes se han ido apoderando de calles y espacios abiertos en al menos 20 zonas del área periférica de la urbe.

Aquellos comerciantes y las tiendas de barrio constituyen hoy la competencia directa de la red de mercados, donde existen 1.335 puestos abandonados, según la Central Unitaria de Comerciantes Minoristas del Ecuador, y 700, según el Departamento de Aseo Urbano y Rural y Mercados del Municipio.

El director del organismo, Gustavo Zúñiga, afirma que en 1996 existía una población de 25 mil comerciantes en las calles. Ahora 18.226 están trabajando en los 42 mercados, dice.

No hay cifras ciertas sobre la presencia de informales en la ciudad. Dirigentes de comerciantes minoristas aseguran que hay unos 5.000, pero Zúñiga destaca que son de 1.500 a 1.800, diseminados en ferias libres y las esquinas.  “Ellos no son propios de la ciudad, que sufre todos los días la invasión de entre 300 mil y 350 mil personas que vienen a hacer actividades varias, a vender mercaderías recorriendo las calles o a vender maduros en las esquinas”, afirma el funcionario.

Agrega que gracias a que “hemos ido ordenando la ciudad, van desapareciendo los cordones de miseria. Es el proceso de formalización del informal. Dicen mejor ya no voy (a las calles de Guayaquil) porque tengo problemas, porque hay áreas restringidas, orden, infraestructura, mejor no voy”.

Este Diario registra instantes del día a día en parte de la red de mercados, en zonas aledañas y ferias libres. Hay quejas y alabanzas.