En la parroquia San Camilo, el mercado del mismo nombre ubicado en la cooperativa Pro Mejoras, y el camal municipal, situado en la cooperativa Delia Ibarra, tienen casi 16 años de haber sido construidos pero nunca se destinaron para sus fines respectivos.

El mercado ha estado en disputa, no sabían si dejarlo como tal o como una terminal terrestre, mientras que al camal lo hicieron un muladar de chatarras inservibles de recolectores de basura.

El pueblo necesita consumir alimentos expendidos en un lugar decente, y no en las ferias libres de los fines de semana donde los productos comestibles los exponen sobre el pavimento del malecón.

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Además, necesitamos ya un sitio adecuado para que el ganado sea faenado, pero no en charcos de sangre con excremento.

Esperamos que la terminal terrestre que se está construyendo, no corra la misma suerte que el mercado y el camal de esta ciudad.
Ing. Jesús Zambrano Zambrano
Quevedo