Ha comenzado el año y aunque es muy complicado anticipar con certeza lo que ocurrirá en la política ecuatoriana, hay escenarios probables que, a medida que pasen los días y semanas, pueden ir configurándose.

Para el Gobierno, el primer semestre del año está lleno de desafíos; y son mayores aún, considerando la intención del presidente Daniel Noboa de correr por una reelección.

En primer lugar, la gran asignatura del país: la seguridad.

El Ecuador sigue desangrándose como nunca en su historia y aunque, si bien es cierto, este dantesco escenario fue heredado por Noboa, y no han transcurrido ni 45 días desde que asumió el mando, no es menos cierto que el país no puede esperar mucho más.

Ruina moral y resurgimiento

Del denominado Plan Fénix no se conoce mucho y ello da pie a razonables dudas sobre su existencia, alcance y efectividad.

Para inaugurar el 2024, Jan Topic lanzó una dura reflexión al respecto, recordándonos también que este es un año electoral y que el bicho de la política le llegó para quedarse.

En segundo lugar, los vencimientos de deuda externa durante el primer trimestre demandarán recursos que no existen en la caja fiscal. Por el corto tiempo para operar cualquier opción de financiamiento será indispensable un fuerte liderazgo en la toma de decisiones y estructurar un equipo internacional creativo, experimentado y de muy alto nivel, pues debido a la poca flexibilidad de este tramo patear la pelota para el próximo, como lo han hecho sus antecesores, no será una opción.

Definiciones y soluciones

Pero el problema de liquidez no queda allí. Para el resto del año está la demanda de proveedores del Estado impagos y la cada vez más creciente crisis económica que vive el IESS, y los miles de millones que le adeuda el Gobierno, motivo por el cual la necesidad de gestionar recursos de multilaterales o fondos soberanos será mayor, y considerando el riesgo país y nuestra situación macroeconómica, las condiciones no serán las mejores.

En tercer lugar y no por ser menos importante está la crisis energética, que, de no tomarse medidas urgentes y radicales, posiblemente podamos vivir el 2024 con apagones intermitentes, situación que bien podría agravarse a finales de año.

No podemos dejar de mencionar a una gran protagonista del 2023 y que con seguridad repetirá el protagonismo en 2024: la señora fiscal general, Diana Salazar, quien no tendrá reparos en poner a correr a los poderosos nuevamente. Y para ello tendrá algunas bombas en mano: los siguientes capítulos de Metástasis, el fusionado caso Encuentro-León de Troya, los varios casos de Jorge Glas y la nueva entrega que le hizo la Asamblea Nacional como corolario del juicio político contra el expresidente Guillermo Lasso, entre las más relevantes.

Con este panorama de fondo, poco a poco nos iremos adentrando en las turbulentas aguas de las elecciones del 2025. Con el paso de los meses irá completándose la papeleta electoral presidencial, en la que con seguridad veremos a Pachakutik y la Conaie con candidato propio. Igual situación con el correísmo, en búsqueda del tan anhelado retorno.

El resto está por verse.

Seguiremos comentando... (O)