Apreciados lectores, acabamos de pasar el carnaval, y los estudiantes se ilusionan al saber que estarán de vacaciones; los padres de familia organizan encuentros o viajes para cambiar de ambiente y divertirse.

Estas festividades nos llevan a recordar la juventud; volvemos a la casa de los abuelos, un lugar mágico que siempre nos abre las puertas. No importa lo que se haya vivido; siempre la naturaleza y el mar han estado de nuestro lado, nos han sostenido en momentos difíciles. Recuerdo cuando mis hijos pasaron la pandemia en la playa; se dedicaron al mar, a sembrar y a trabajar en línea.

La unión de la familia se presenta. Nos encontramos con los mayores, los adolescentes, los adultos y los niños, todos reunidos en un mismo sueño: divertirnos de una forma sana, abandonando los celulares, descubriendo juegos en la playa, durmiendo un poco más, disfrutando del deporte. Soy una observadora de las olas, que nos dejan impresionados por su belleza.

El poder de la naturaleza se manifiesta día a día; el sol de temporada, las plantas y los árboles nos alegran la vida; los colibríes, los árboles frutales que siempre nos acompañan, las veraneras con diversos colores alegran el paisaje y va quedando lejos la ciudad.

La naturaleza ejerce un impacto trascendental en nuestras vidas. La conexión profunda entre la humanidad y la naturaleza moldea nuestra salud mental, física y emocional.

Es muy importante darnos esos espacios para poder meditar, reflexionar sobre la vida, sus sorpresas, las ilusiones y los desencantos. La naturaleza nos acoge y nos cura; nos ayuda a vivir el día a día; nos enseña a comprender y respetar su poder. Así cultivamos un futuro más armonioso para todos.

Disfruten estas vacaciones, charlen con los abuelos, jueguen con los niños, vean el paisaje espectacular que se asoma cada mañana, acompañen al adolescente en sus preguntas, comentarios o ideas, abracen a sus hermanos, recuerden a sus padres, compartan con los amigos, llamen a ese miembro de la familia que está lejos o está triste. Todo esto genera cercanía.

Que estos días sean llenos de armonía familiar, no de excesos. (O)