Martha Gualinga aprovechó la mañana del último día del feriado de Carnaval para salir desde Pedernales y viajar a Guayaquil. No quería toparse con el tráfico que se pudiera generar cerca de las 16:00 en el norte de la urbe, hora en la que regularmente el flujo de viajeros que retornan a la ciudad se incrementa.

“No quiero pagar de más el taxi o el Uber por la falta de unidades, ya suficiente gasté durante los cuatro días”, dijo la madre de familia, quien aprovechó el asueto para visitar a su familia materna junto con dos hijos y tres sobrinos.

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Este año, Gualinga ofreció llevar a los niños y hacerse cargo de los gastos desde la tarde del sábado, 10 de febrero, hasta este martes 13. Para los tres primeros días destinó $ 120 ($ 40 por día) y $ 30 para algún bocadillo durante el regreso. El hospedaje y la comida fueron costeados por sus familiares en la ciudad manabita.

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“Pensé que me iba a sobrar algo de dinero, pero todo cada vez está más caro. El año pasado viajé con menos y con más gente y me sobró, este año hasta por una botella de agua gasté el doble”, contó.

Daniel Altamirano, en cambio, gastó solo $ 35 durante los cuatro días de feriado. Dentro de ese monto estuvieron los pasajes ($ 7 cada uno). Él viajó junto con ocho amigos, quienes también presupuestaron una cantidad parecida.

“Hicimos la ‘vaca’ y en Montañita estuvimos a punta de atún y pan, hasta nos sobró. No queríamos gastar de más porque luego nos quedábamos en contra para el San Valentín y darles algo a las novias”, contó Altamirano.

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Viajeros retornaron a Guayaquil luego de cuatro días de descanso por carnaval. Foto: José Beltrán

Otros guayaquileños, como Fabián Fabara, retrasaron su salida a balnearios para aminorar gastos. Él junto con su esposa decidieron salir de la ciudad la tarde del domingo 11 y ahorrarse un día de alojamiento.

“Nosotros teníamos solo $ 100 para gastar, alquilamos con Airbnb que nos costó $ 40 las dos noches y el resto fue para comida y las típicas cosas que se comen en la playa, que ya el raspado, que ya el choclo”, contó.

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Fabara regresó a Guayaquil pasadas las 14:00. A esa hora, la terminal de Guayaquil, ubicada en el norte de la urbe, comenzó a recibir un flujo importante de viajeros. Los andenes de llegada de las cooperativas que viajan a balnearios en Santa Elena, a Baños y a Manabí fueron los que mayor movimiento registraron.

En un sondeo que realizó este Diario, con los viajeros que llegaban a la terminal de Guayaquil luego del asueto, se constató que el promedio de gasto durante el feriado estuvo entre los $ 35 y $ 150. Varios de ellos viajaron a destinos en donde tenían solventados el hospedaje y la alimentación.

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Algunos de los turistas también optaron por viajar solo dos o tres de los cuatro días de descanso, para que el presupuesto establecido logre cubrir los gastos. “Uno está chiro, pero a la vez quiere disfrutar un poquito, así que así sea con poquito se disfrutó”, dijo Marlene Cueva, quien viajó con su familia a Olón y Montañita desde el sábado 10.

La madre de familia, quien se apoyó en familiares que vivían en esas ciudades, destinó $ 120, en los que incluyó el gasto en comida, pasajes y taxis para movilizarse desde y hacia la terminal. Cueva vive en Horizontes del Fortín.

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Para este feriado, la fundación Terminal Terrestre proyectó la salida de más de 250.000 viajeros por las sedes ubicadas en Guayaquil y Pascuales. (I)