Timothée Chalamet, el nuevo ‘elegido’ de la taquilla por ‘Dune: parte dos′

Cuando comenzó el rodaje de Dune 2, el actor Timothee Chalamet había terminado de grabar el musical Wonka (2023).

Habiéndose sumergido en la excentricidad y optimismo implacable del famoso chocolatero, fue el director Denis Villeneuve, director de la épica primera entrega de Dune (2021), quien lo ayudó a reencontrarse con Paul Atreides, el héroe protagonista quien continúa en la búsqueda de su destino.

Duna: parte dos, en cines ecuatorianos desde el jueves 29 de febrero, explora el mítico viaje de Paul mientras se une a Chani (Zendaya) y a los Fremen (habitantes del desértico planeta Arrakis) en un camino de venganza contra los conspiradores que destruyeron a su familia y asesinaron a su padre (Oscar Isaac). Paul deberá elegir entre el amor de su vida y el destino del universo conocido, un futuro terrible que solo él puede prever.

“Es la primera vez en mi vida que trabajo como director con un actor que estaba creciendo frente a la cámara, evolucionando, aprendiendo sobre la vida”, recuerda Villeneuve. “Para mí, fue muy emocionante volver a trabajar con Timothée; ver cuánto más seguro de sí mismo se sentía. Fue muy conmovedor para mí ver cómo, en parte dos, fue capaz de crear la evolución de Paul Atreides, que pasa de ser un niño a una figura oscura”.

Junto a Chalamet regresa Zendaya, a quien vimos brevemente en la primera entrega, como la inquebrantable guerrera Chani.

“Trabajar con Zendaya fue una de las cosas que más tenía ganas de hacer porque solo pude tener unos pocos días con Zendaya en la parte uno. Así que quería pasar mucho más tiempo con ella, profundizar más en Chani y dar vida al personaje”, recuerda Villeneuve. “Sinceramente, me encantó trabajar con Zendaya. Es una actriz asombrosa, impresionante, capaz de expresar un arcoíris de emociones con muy poco esfuerzo. Su interpretación es muy precisa. Es una fuerza de la naturaleza”.

En el centro de la acción está un eterno conflicto entre las fuerzas del bien y del mal. Por un lado, los Fremen representan a la humanidad en su lucha por la supervivencia colectiva y, del otro lado, los Harkonnen, una manifestación de la corrupción, la violencia y la codicia. Además, Villeneuve presenta por primera vez al Emperador (a quien solo escuchamos mencionar en la primera cinta) y su mundo. El público conocerá al gobernante que se había mantenido entre sombras, interpretado por Christopher Walken.

“Esta fue la primera vez en mi vida de director en que vuelvo a visitar un universo, una historia. Y una de mis principales preocupaciones fue asegurarme de que el público no tuviera una sensación de déjà vu. Quise encontrar nuevas locaciones y todos los sets eran nuevos”, dice el cineasta sobre el rodaje que se extendió a Italia, Budapest, Jordania y las vastas arenas de Abu Dabi.

De acuerdo con el guionista Jon Spaihts, la construcción de mundos es el gran desafío de la ciencia ficción elevada. “En parte uno, un increíble equipo de artistas dirigido por Denis creó uno de los universos más impresionantes y creíbles de la historia de la ciencia ficción. Al escribir parte dos, tuvimos el increíble lujo de escribir para un mundo que ya habíamos visto y experimentado visceralmente. Prácticamente, podíamos saborear la arena en el viento”, comenta. “Por esa razón, fue más fácil dar vida a cada escena. También nos retó a escalar los estándares: llevar al público a nuevos lugares aún no vistos y alcanzar una escala de espectáculo que igualara o superara lo visto”.

La épica experiencia cinematográfica se complementa con la música compuesta por Hanz Zimmer, quien colaboró en parte uno y quien, incluso luego de su estreno, seguía componiendo nuevas piezas inspirado por sus personajes y escenas. “Yo recibía su música y le dije: ‘Hans, la película está en los cines ahora mismo y tú me sigues enviando música’. Me dijo: ‘Sí, sí, sí, pero es para ti, quiero que te inspires para la parte dos. ¡No puedo parar ahora mismo! Solo escucha y te inspirará para cuando escribas’”, recuerda Villeneuve.

El resultado ya está esperándolo en cines. (O)