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El australiano fue liberado de una cárcel británica en junio.
El fundador de WikiLeaks no hizo declaraciones al regresar a Australia el 26 de junio, tras sellar un pacto con la justicia estadounidense.
Hoy este activismo se debate entre el sentimiento de alivio parcial y al mismo tiempo de desilusión e indignación...
El fundador de WikiLeaks se declaró culpable de violar la ley de espionaje estadounidense como parte de un acuerdo con el Departamento de Justicia.
El fundador de WikiLeaks pasó más de cinco años en una cárcel británica y siete años en la embajada de Ecuador en Londres.
Assange fue puesto en libertad por las autoridades británicas tras 1.901 días encarcelado en una prisión de alta seguridad.
Australia ha solicitado a Washington desistir de la extradición a Assange y permitir que vuelva a su país.
El fundador de WikiLeaks alcanzó un acuerdo con el Departamento de Justicia estadounidense que le permitirá regresar a Australia.
Esto le permitiría quedar en libertad tras pasar cinco años en una prisión británica.
El pasado 17 de junio, la ministra británica de Interior, Priti Patel, firmó la orden para extraditar al periodista a Estados Unidos.
Estados Unidos reclama a Assange para procesarlo por 18 delitos de espionaje e intrusión informática.
Los exministros y una antigua alto cargo ministerial declararon como testigos por videoconferencia a petición de la defensa de Assange.
El 17 de junio, el gobierno británico anunció haber firmado el decreto de extradición a Estados Unidos del australiano de 50 años.
El australiano podría ser condenado a hasta 175 años de prisión por haber publicado miles de documentos confidenciales.
EE. UU. acusa a Assange de violar la Ley de Espionaje de ese país al publicar en 2010 documentos militares y diplomáticos clasificados.
La abogada Jennifer Robinson, del equipo de defensa de Assange, agregó que van a agotar hasta el último recurso para frenar la extradición.
Wikileaks y los allegados de Assange lamentaron un “día negro para la libertad de prensa y la democracia británica”.
Estados Unidos quiere juzgarlo por espionaje y podría condenarlo a hasta 175 años de cárcel si es declarado culpable.
Carlos Poveda insistió en que el australiano sigue siendo ecuatoriano y que la Constitución de este país prohíbe la extradición de un connacional.
Assange, de 50 años, lucha por no ser extraditado a Estados Unidos.