Familias destrozadas por la pérdida inesperada de alguno de sus integrantes. Por el asesinato de niños inocentes que fueron alcanzados por las balas mientras hacían deberes dentro de sus casas o descansaban en sus dormitorios, como ocurrió en la cooperativa Guayas y Quil (Guasmo), sur de Guayaquil, la noche del lunes 11 de diciembre.