Un equipo de investigadores exploró la zona hadal entre Rusia y Alaska, donde encontraron un ecosistema único a casi 9.500 metros de profundidad. La vida aquí se sostiene sin luz solar, alimentándose de gases tóxicos que emergen del lecho marino.
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Científicos descubren nuevas especies de animales en fosas oceánicas que sobreviven mediante gases tóxicos, en ecosistemas únicos que no necesitan luz solar.
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Un equipo de investigadores exploró la zona hadal entre Rusia y Alaska, donde encontraron un ecosistema único a casi 9.500 metros de profundidad. La vida aquí se sostiene sin luz solar, alimentándose de gases tóxicos que emergen del lecho marino.