Versos y décimas despiden el año

Año Viejo 2015, repartiendo hasta el esguince 1 Hoy diciembre treinta y uno, yo el mentado dos mil quince, trastabillo, tengo esguince y en la quisquilla me acuno. Me quejo y no me vacuno del sistema virulento, Año en conflicto me siento en el duodécimo mes por el terror y el estrés, que me arrebata el aliento. 2 Debo testar, así es al estilo más chispeante de artístico comediante con el bóxer al revés. De modo que como ves Juan Pueblo tú el legatario, viene ante mí el fedatario con pluma, ingenio y papel, pues debo dictarle a él mi deseo extraordinario. 3 Mis datos de identidad los pongo sobre el espejo: soy el famoso Año Viejo, fastuosa celebridad. A la colectividad por intermedio del verso y a través de EL UNIVERSO mi mentor tradicional, le reparto mi caudal con superávit adverso. 4 Mi lengua hoy se desata como cometa sin rabo, el chikungunya me ha dado una irónica matraca. ¡Ayayay! metí la pata hasta la izquierda rodilla, y el mosquito me acribilla en trágicas circunstancias, cuando estallan a distancias las bombas en la rencilla. 5 Como ya me presenté desde los pies al cogote, no soy más que un monigote que un hasta aquí me tracé. Mi fin se escribe con pe de pecado irreverente, por cuanto así de repente se me atasca la nariz y casi me hago ¡pis! en la crisis que se siente. 6 Salgo cohete, me la saco, en buen romance me esfumo, mejor dicho me hago humo, me ausento cara de paco. Dejo mi pesar al paso por las víctimas caídas en duras arremetidas del crimen y su maldad de lesa humanidad y de mentes pervertidas. 7 ¡Que se pongan a la cola quienes tengan el derecho de llegar hasta mi lecho para que les pare bola! Mi viuda no viene sola, la vieja cara de tuco trae arropado y trabuco para exigirme la parte del pastel que hoy les reparte este vejete caduco. 8 Pero la fila es muy larga y las arcas no me alcanzan porque muchos se abalanzan a exigirme la recarga. Agridulce es esta carga para la gran mayoría, quien me exige en este día el décimo, el aguinaldo, ¡me voy, a carrera salgo, me persigue una jauría! 9 Esto amerita que hoy a la hora del reparto aproveche yo mi cuarto de hora en ciernes que soy. Está escrito que me voy, de eso no queda duda pues me lleva la peluda, la sin hueso, la que embarca al Año Viejo en la barca al triángulo de Bermudas. 10 Le dejo al magisterio primerito en la columna un Fondo allá en la luna donde gerencia el misterio. ¡Me gritan, Viejo habla serio bájate del guiso ahora, reparte la torta, es hora de que infles la empanada, así me habla mi gallada cuando el reloj me acalora! 11 Acepto que estoy llegando a esta repartición pidiéndole bendición a Francisco comulgando. Sobre el filo caminando de una insensible navaja, la presión ¡ay! se me baja en medio de escalofríos, con tremendos desvaríos ya en el borde de la caja. 12 De modo que si me quejo por la escasez del billete, acepto que el estilete es más cortante que un rejo. Cuando de ustedes me alejo no me monto en un avión, porque me bajan y ¡pom! caigo en un campo minado, chiro y aterrorizado, mal peor que el sarampión. 13 Acepto estar trastornado cuando este aporte dicto, me autodeclaro interdicto ¡miren cuánto me he mojado! La marmaja he disipado, yo me la saco de aquí y les dejo el WikiLeaks que a la CIA descabeza y denuncia la belleza del espía “yo no fui”. 14 “Cuesta abajo en mi rodada” tal como lo dice el tango me caigo endeble al fango, con esta hernia anegada. “La vida no vale nada” como canta Milanés, y tú Juan Pueblo me ves delirando en la agonía, aunque parezca ironía padezco testarudez. 15 Espero Juan Pueblo entiendas que esta evacuación parece elucubración de entuertos a las trastiendas. Te dejo esas enmiendas que agitan a las avispas, encrespando las aristas de la esquina más contraria con una furia incendiaria que saltan grillos y chispas. 16 Ahora debo protestar en este preciso instante porque un infeliz maleante me ha arranchado el celular. Cuando me apresto a dejar el zozobrante planeta, asaltan a este poeta entre hatos y garabatos, me arrebata los zapatos la delincuencia que aprieta. 17 Ahí vienen los jubilados y ahora qué va a pasar, ellos me exigen testar por su rol desvalorado. Mi bolsillo se ha achicado y de paso hasta se ha roto, mermándose así el poroto, algo pasa en mi barriga que al espinazo se liga y tiemblo cual terremoto. 18 ¿Qué te deja de consuelo este Viejo rezongón? Te dejo como pensión una golondrina en vuelo. Me cae todo del cielo: rayos, centellas, tormentas y mujeres descontentas allá en la Plaza del Teatro, porque les niegan camastro y se les merman las ventas. 19 Veo penumbras, notario, se me nubla la razón, siento en los pies comezón se me cantea el armario. Pero algo extraordinario dejo al pueblo emocionado: a ese gran seleccionado de fútbol ecuatoriano que nos puso en sumo plano de un modo tan connotado. 20 Mas, acá en la otra cancha la Conaie se me altera y me lanza una cantera de piedras en avalancha. La trama se torna ancha, me encienden tremenda mecha, a la izquierda, a la derecha un Año Viejo me he vuelto, repartiendo a río revuelto esta envidiable cosecha. 21 Me la saco como dije, no voy a la reelección, les doy yuca en mi canción, ahora sí me contradije. Es tiempo de que me fije en lo que Juan me has pedido: un Ecuador revestido de la llamada esperanza que equilibre la balanza y entierre lo desabrido. 22 En el reparto del queso que se presta al comentario dejo al Fondo Monetario fraguando su chulco espeso. En mi viaje sin regreso huelo ya a sobaquina por la deuda con la China en tiempos de primavera y hoy la nave petrolera naufraga en la Conchinchina. 23 Me comen los comejenes ¡chuta que ya la regué! ese verso que mandé hace peligrar mis sienes. ¡Ay, san Martín, si tú vienes! a darme la extremaunción, me iré directo al panteón en este momento crítico, y me llevaré al político conmigo a la ignición. 24 Y dicho sea de paso convoco a mis candeleros: a sacapintas, chulqueros, no creo que me propaso. A la delincuencia taso en mi texto con prodigio y me asombra el femicidio, la droga tráfico ingrato, las garras de sicariato ¡ayayay, hoy pido auxilio! 25 Viejo roñoso apretado como tuerca de escotilla de submarino que chilla retaceando su legado. Aunque te dejo enredado como un saco de anzuelo, en este mi último vuelo decirte lo he decidido, que no te des por vencido Juan Pueblo el Viagra te cuelo. 26 Tildo de quehacer doloso al microtráfico hiriente que al pibe y adolescente le apuntan lo indecoroso. Un cupo en el calabozo debo dejarles a esos que merecen estar presos por repartir el veneno y poner el desenfreno en los inocentes sesos. 27 Apunto lo positivo, que consta en mi testamento y señalo lo violento, pues no todo está perdido. Viejo, pero no vencido, a punto ya de marcharme, si vienen a incinerarme con gasolina este rato, mi petate lo remato al Chapo antes de fugarme. 28 Me llueven por todas partes las aguas del descariño y el fenómeno del Niño me inunda en acuosas artes. Y dejo puntos apartes sobre acrobáticas íes a las finanzas del IESS en situación especial, con el golpe pensional que te da hasta donde ríes. 29 En mi bola de cristal veo también el futuro, no soy brujo pero auguro que haya abundancia total. Que en la arena judicial se apliquen leyes al son de aquella Constitución que constituye la fuente para el acto consecuente de una buena aplicación. 30 En mi débil contextura, ¡ayayay me estoy muriendo! mis huesos están crujiendo, me llama la sepultura. Dicen que no tiene cura este mal del que padezco, sin embargo lo que pesco en la borda del desastre, dejo en el cajón de sastre ya que en segundos fallezco. 31 Se cabrean mis agnados herederos pelucones que en sus ligas de campeones se sienten desheredados. Sin embargo los cognados de la sartén por el mango, bailan perreo y fandango en la arena del festín y me hartan de aserrín en vez de aportarme el sango. 32 Me dicen pasa cantando Viejo cara de conserva, mientras la ñata me observa desde la hoguera rimando. Dejo mi bastón de mando para el que al poder acceda, a pie o en silla de rueda en camino hacia el sillón, sea cachorro de león o banquero quien me hereda. 33 Ya colapsó mi cartera, se atragantó mi garguero, papa Francisco me muero, esta presión se me altera. Juan Pueblo se desespera ante esta conmoción, como perro en procesión quiere equilibrio y sendero, en extraviado avispero rebusca la solución. 34 Por ahí vienen, ahora los veo con mi vista enrarecida y el alto costo de vida que hasta el final lo sorteo. Aquí comienza el conteo no deben mirar atrás, para legarles la paz en mi último suspiro del sueño donde conspiro con la bitácora al ras. 35 Mi herencia y mi plusvalía se las reparto al martillo y me tiran un diablillo que hace explotar mi alcancía. Se cabreó la oligarquía, me lanzan de todos lados unos cachos colorados que de rojo ya me tuesto, por tan afectuoso impuesto se comportan mal hablados. 36 ¡Me voy, me voy, qué caray dejando consejos sanos y a una ruma de cubanos fugándose a la yunái! Migrantes gritando ¡ay! con mancilladas siluetas entre diatribas y vetas del sistema maloliente, dicho de paso indolente donde dejo mi protesta. 37 Este Año Viejo se rifa a precio desorbitado en un corrupto mercado donde colapsa la FIFA. La hinchada absorta rechifla entre el nauseabundo hedor, lodo con ventilador, por no decir otra cosa, revienta en la indecorosa cancha del ‘faul’ tan traidor. 38 Dejo entonces en mis quejas a Blatter y sus cuadrillas compartiendo mis ladillas y en la yoni frías rejas. Malas costumbres añejas me rechinan en los dientes ante tantos dirigentes de corbata, terno y toga, ahí les dejo a Chiriboga en los claustros penitentes. 39 En esta composición de la sátira y el goce cuando casi son las doce me retuerzo en la aflicción. Dejo así a la oposición, esto a mí no me consuela, arrollando en Venezuela como una explosiva ola, por la culpa de la cola y por falta de cazuela. 40 ¡Por Dios, respeten mi estado de Viejo convaleciente que les da este sonriente testamento consumado! A nadie he desheredado que hasta les dejo un reporte de milicos en la Corte no cuidando ese edificio, sino pendientes del juicio con las botas de soporte. 41 Huelo a formol ¡ay, san Lucas! veo oscuros nubarrones, el tictac me da sermones y el colectivo full yucas. Pero el perfil no desluzcas Juan Pueblo, párate tieso y no dobles el pescuezo ante el duro temporal y proponte el ideal de descargarte del peso. 42 Como ya voy a expirar y el público se avecina a bajarme la cortina, ahora me van a quemar. Dejo a Santos y a las FARC mi corona de laurel, por poner toda la piel en contra de lo rapaz, para que traiga la paz una existencia de miel. 43 No me rompan la camisa mientras me echan kerosín, la vaca loca en mi fin la sombra enjuta me pisa. Aquí le dejo una visa para que sea residente Donald Trump en Medio Oriente, ¿cómo pasará ese man en el sector musulmán con su discurso estridente? 44 Miren cómo soy de afable que reparto hasta guirnaldas a la cálida Esmeraldas donde falta agua potable. Le dejo lo venerable a la princesa más linda, declarando a la marimba piano del monte vital patrimonio universal, rol que la Unesco le brinda. 45 No les importa si el canto se vuelve romanticón porque atizan el fogón entre la risa y el llanto. Tragicomedia y encanto de mi viaje sin regreso, y en mi íntimo bostezo le dejo todo el cariño al pequeñito a ese niño que aspira buen trato y beso. 46 Notario, ya en esta parte de mi último partido que apunte aquí, yo le pido lo que este hincha comparte. Juan Pueblo un estandarte que te llena de emoción, a través de la canción que dice “¡y ya lo veee!” te dejo al Emelec vistiendo azul tricampeón. 47 Me levantan y me agarran en roja muy chumadito, por hacer tronar el pito me cobran multa y me entarran. Luego me sacan y me halan para que mi cuerpo estalle en este enredoso valle, donde mi sátira inquieta y me calcinan la jeta por avaro en media calle. 48 ¡Ay, me pasé de la raya! porque a mis alrededores pirotécnicos colores exigen ya que me vaya. La esperanza, mi tocaya, se las dejo en lo profundo rutilando sobre el rumbo del quijote planetario, me voy sin más comentario, le digo: ¡adiós, a este mundo! (E)

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