Ver esos grandes árboles frondosos, con flores de colores como las acacias que cambian sus tonalidades de naranja y rojo a lila, según los cambios climáticos, así como la planta de flor amarilla conocida como la lluvia de oro es un paisaje que se repite en varios escenarios a lo largo de la vía a Samborondón. Otro escenario que se repite en el sector es el que dan las garzas blancas, un ícono del sector.

A propósito del Día Mundial de la Diversidad Biológica que es el 22 de mayo, Roberto Aguilera, ingeniero agrónomo y máster en Gestión Ambiental, explica que el ecosistema de Samborondón es un bosque tropical seco, rico en especies de fauna y flora y eso lo convierte en un bosque en peligro de extinción.

Guillermo Muñoz, propietario del vivero Sundaram, en el km 1,5; indica que otra de las plantas que más abundan en el sector es la veranera, que de acuerdo al cambio de clima, varían el color de sus hojas.

Publicidad

“Con el crecimiento urbanístico hay abundancia de plantas exóticas, como las palmeras, por ejemplo, que no tienen frutos, por lo tanto alejan a las aves”, acota.

La Dirección de Aseo Cantonal y Áreas Verdes del Municipio de Samborondón desarrolla un plan para reforestar con especies nativas. En ciudad Samborondón hay un vivero de 10 mil plantas, entre ellas especies de samanes, guachapelí, palo de vaca, acacias, amarillo y guayacán. Además se han plantado más de cinco mil árboles en varios lugares rurales.

Otro proyecto que está a cargo del Municipio, desde hace dos años, es la creación de un vivero en la cabecera cantonal. Vicente Barroso es director de este proyecto, que ya tiene más de 5.000 especies sembradas que serán destinadas al Bosque Pulmón, un lugar natural que estará ubicado en la cabecera cantonal, y que tiene como objetivo rescatar y proteger las especies nativas del sector.

Publicidad

Según datos registrados en el Instituto Espacial Ecuatoriano (Sigrena), en el sector se registran 76 especies en la familia de los vegetales y 44 especies en la familia de los animales, este último número representa el 2.75% del total de especies registradas en el Ecuador.

En fauna destaca la presencia de unas 16 variedades de garzas, siendo la que más destacada la blanca (Egretta alba), que vuela en libertad sobre los arrozales y las zonas húmedas.

Publicidad

Los animales en libertad permanecen en la zona de una forma natural, “por ser un territorio plano y bajo, desde siempre ha sido una zona arrocera, y estas condiciones naturales de suelo y clima son las que atraen a las garzas”, comenta Toty Luey, directora de Turismo del Municipio de Samborondón.

Esta ave se mantiene en las orillas de los depósitos de agua dulce, salobre y salada, o en lugares cubiertos por agua de poca profundidad como son precisamente los arrozales. Se la ve volar solitaria o en agrupaciones y se alimenta de peces, anfibios, reptiles, aves, moluscos y lombrices.

Es una de las garzas más grandes de la zona, mide entre 88 y 104 cm, pesa unos 900 gramos, su plumaje es blanco durante todo el año, excepto por las áreas faciales.

“No existe un proyecto de preservar la especie como tal porque hemos visto que no hace falta, las garzas llegan y permanecen en la zona de una forma natural y nadie les hace daño”, acota.

Publicidad

Además de estas especies que se encuentran de forma natural en la zona, están las especies que se exhiben en el Parque Histórico Guayaquil tanto en fauna como en flora.

Los árboles crecidos, con troncos en colores diversos en tonalidades de verde y café son el resultado de un proyecto que comenzó hace más de 10 años y que recién en estos últimos años se ha podido apreciar debido a su crecimiento natural.

Este proyecto, que forma parte del sendero silvestre del parque, consistió en replantar de forma natural las especies de los bosques de manglar, seco tropical, llanura inundable y garúa para recrear al Guayaquil de 1900, que estaba conformado por las provincias de Manabí, Los Ríos, El Oro y Guayas.

De esta manera se logró tener la presencia de cinco especies del bosque de manglar, 212 del bosque seco tropical y de garúa, 22 del bosque llanura inundable y unas 100 epifitas como orquídeas y bromelias. En total hay unas 300 especies diferentes de plantas nativas en el sendero. A esto se suman las 23 especies de aves, 12 mamíferos, 10 reptiles y 5 tipos de peces. En total unas 50 especies diferentes de animales con unos 350 individuos en cada grupo.

Sendero Silvestre

El área de exhibición de especies nativas del Parque Histórico Guayaquil fue la primera en inaugurarse hace 15 años, con un número de especies similar al que mantiene ahora que es de 50.

Rafaela Orrantia, gerente de Responsabilidad Social y Ambiental de la Empresa Pública de Parques Urbanos y Espacios Públicos, que administra el Parque Histórico, explica que todos los espacios de los animales del sendero cumplen con los mismos requerimientos de alimento, espacio, refugio y elementos que los ayuden a protegerse o acicalarse. Hay algunas que necesitan áreas secas y de agua como nutrias, caimanes, aves, entre otras.

Ana Piña, médico veterinario, comenta que en el parque se realiza un plan de manejo al año en el que se desarrolla la dieta para cada animal, así como tratamientos preventivos de salud, dos veces al año.

Aguilera asegura que toda esta biodiversidad se ve afectada por la población que altera el ecosistema con la deforestación, uso indiscriminado de químicos como insecticidas y fungicidas, vertimiento de residuos químicos en canales y ríos, entre otras acciones. “Se lograría un equilibrio a través de la educación o cultura ambiental en la población, así como la regulación del crecimiento poblacional organizado, por parte de los municipios”, concluye. (I)