Son descomplicados, creativos, apasionados por la música y se identifican con un concepto musical que une estilos retros con otros actuales. Los integrantes del grupo El General Villamil viven en Samborondón y estarán el 24 de marzo en el Teatro Sánchez Aguilar, en café concert, en el marco del Festival de Otra Música.
El nombre de la banda es un tributo al prócer que conquistó el archipiélago de Galápagos en 1832.
Son aficionados, la música es su hobby desde su infancia. David Rojas (D. Reds) en la guitarra, Wladimir Kusijanovic (Vlad Impaler) en el teclado, Tomás Cansini (Tom Sin) en la batería y Rafael Huerta (Lee Afar) en el bajo integran el grupo desde hace más de un año.
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Ellos fusionan el romanticismo y el amor por sonidos psicodélicos y rock and roll, rock experimental y surf rock de los años 60 y 70 en cada una de las canciones. Su primera presentación en el Teatro Sánchez Aguilar fue el año pasado, en el concurso de bandas Urband, en el que interpretaron Lagañas, que es uno de sus temas inéditos.
Aunque no ganaron ninguno de los tres primeros lugares de la competencia, continuaron preparándose, ensayando y exponiendo su música; ya tienen casi lista su primera producción, Archipiélago 32, y en las tiendas digitales están varias de sus canciones.
David dice que los ritmos de los temas que hacen son bailables y pegajosos, que además el nombre del grupo es juvenil y alegre como ellos. “Toda la onda de él (José Villamil) es que fue superplayero, de ley surfeó, hizo rock and roll, por eso tomamos al general”, comenta David, el creador del dibujo que sostiene en las manos mientras posa para la foto de este reportaje.
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Los amigos que integran esta banda se conocen desde la infancia por el gusto por la patineta.
Rafael asegura que el ritmo que imponen no está dirigido solo a público joven sino también a los adultos. “La música para nosotros es todo, pienso estudiar y dedicarme toda mi vida a esto”, asegura Tomás Cansing. (I)
