El viaducto, que en su momento causó quejas y malestar de transeúntes y conductores por las grietas en las camineras, vetustez de la losa y fuertes remesones que se producían con el paso de los automotores, luce diferente. El puente, que cruza el estero Salado y une la avenida Portete con la José Rodríguez Bonín, fue reparado estructuralmente, lo que aumentará su capacidad de carga.