La clausura por 60 días impuesta por la Dirección Provincial de Salud del Guayas a la clínica Kennedy Samborondón terminó ayer. La sanción era por una presunta falta de atención a Miguel Mendoza, quien murió por heridas de bala a pocos metros de esa casa de salud.

Durante la mañana, afuera del hospital se observaban vehículos estacionados y las puertas del centro ya estaban abiertas al público.

Un cuidador de carros en ese sector comentó que las ambulancias que la Dirección provincial colocó en el lugar para que atendieran las emergencias en el hospital durante la clausura fueron retiradas el pasado miércoles 17, aproximadamente a las 13:00.

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“Desde ayer mismo yo vi que ya quitaron el sello y abrieron las puertas”, comentó el hombre, tras agregar que durante la mañana de ayer no hubo una cantidad considerable de pacientes “como antes de que la clausuraran, tal vez porque la gente aún no se entera de que ya está abierta”.

El director del grupo hospitalario Kennedy, Édgar Lama, confirmó que tres pacientes fueron atendidos la tarde del miércoles y ayer comenzaron a realizar cirugías.

Gabriela Gómez, residente del sector, quien tiene problemas del corazón y los riñones, señaló que el cierre de la clínica no debió darse. Hace dos semanas, ella tuvo una recaída de salud y se dirigió a la clínica porque se olvidó de que la habían cerrado, “pero la atención de las ambulancias sí fue muy buena”, sostuvo.

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La residente manifestó que para ella era un alivio que se reanudara la atención en la clínica Kennedy Samborondón. “Yo sufro del corazón y si tengo una emergencia, es mejor tenerla cerca, por más buena atención que presten las ambulancias que puso la Dirección provincial”, aseguró.

Otros residentes de la zona, a través de las redes sociales, mostraron complacencia por la culminación del periodo de cierre. Algunos expresaron muestras de apoyo a la clínica.

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100 empleados
Tiene la filial de Samborondón. Están repartidos en tres distintas áreas.