“Nunca me han entrevistado”, advierte y sonríe con algo de timidez mientras posa para las fotos en un cuarto lleno de cuadros, pinceles, pinturas y color, su cuarto de arte.

Se trata de Camila María Romero Franco, fotógrafa y pintora, de 18 años, graduada en la especialidad Diseño del colegio Delta y residente del sector, que sueña con ganar el premio Pulitzer en fotografía.

Lo confiesa entre risas, pero sabe que no es imposible y quiere conseguirlo. “Me encantaría viajar por el mundo e ir tomando fotos, o sea, aún no conozco del todo, pero sí quiero conocerlo y viajar, tomarle fotos a todo el mundo”, cuenta.

Publicidad

El lente y el pincel

Las dos aficiones la apasionan y en las dos hace arte. Su técnica favorita en los cuadros es la acuarela, que aprendió de manera autodidacta. El talento y amor por la pintura, al igual que su hermana menor, Paula, los heredó de su papá Emilio.

“Empecé pintando cuando era muy chiquita, a los 5 años, lo hacía porque mi papi también lo hacía”, rememora. Luego de perder a su mamá, Camila se alejó del arte hasta la adolescencia, cuando a los 15 años se encontró con la fotografía, “comencé porque quería aprender a manejar Photoshop, y aprendí a editar las fotos, todo con tutoriales en internet yo sola”, cuenta.

Publicidad

La joven no es del tipo de fotógrafo que sale con la cámara a buscar qué retratar. “Yo no tomo fotos, yo las creo, primero nacen en mi mente”, dice y define su estilo como “fotografía teatral y surrealista”, aunque a veces sus amigos le dicen que sus fotos “son dark”, cuenta riendo.

Su primer proyecto fotográfico fue Toujours (para siempre, en francés), en la que fotografió a dos amigas y a su hermana, entre luces y sombras, en blanco y negro y en escenarios como bosques, bañeras y cuartos blancos. Las imágenes transmiten algo de misterio, sensualidad, ternura y alegría.

Publicidad

Al principio, Camila creaba sus fotos con una cámara pequeña, pero a los 16 años su papá le regaló en Navidad una cámara profesional.

A la par de la fotografía, la joven retomó el arte y está perfeccionándose en una técnica a la que no le tiene mucha paciencia, pero le atrae. “Me gusta mucho el óleo, solo que se demora en secar, son varias capas, es más difícil y yo no soy muy paciente (risas)”, afirma.

A diferencia de otras artistas, ella no es de las que venden sus cuadros con facilidad. “Sí vendo mis obras, pero no me suelo promocionar, es que hay cosas que yo no puedo vender, son como muy mías y me cuesta separarme de ellas. Hay artistas que pueden venderlos, cuando me piden algo yo digo «tal vez»”, afirma riendo.

Sus planes, sus gustos

Publicidad

Camila recibió una beca para estudiar en Savannah College of Art and Design (EE.UU.), pero aún no se decide, pues cree que el arte en su mente no fluye por imposición, sino por inspiración. “Lo que yo hago, lo hago porque me gusta. Cuando haces algo por obligación, no sale bien”, asegura y añade que “si yo no quiero pintar, no pinto, si lo hago obligada me sale mal, si no estoy inspirada no me va a salir”.

De lo que sí está segura Camila es que estudiará periodismo, para especializarse en fotoperiodismo y alcanzar su meta de viajar por el mundo y retratarlo.

Su primera experiencia en el campo periodístico la obtuvo durante el concurso de periódicos Del Cole a la Comunidad, organizado por EL UNIVERSO. Ella estuvo a cargo de un fotorreportaje de los trabajadores ambulantes del sector de Samborondón.

Se describe a sí misma como una persona frontal para decir las cosas y sobre todo, independiente, pues a pesar de haber nacido con la mitad del brazo izquierdo, desarrolla sus actividades diarias sin ayuda. Entre risas, cuenta que aprendió a armar el cubo Rubik en menos de un minuto.

Su mejor amiga, Doménica Leone, va más allá y la describe como una joven que rompe esquemas. “Todos los que saben de ella, la conocen como toda una artista. Sus fotos siempre son fuera de lo común, sale de lo tradicional, rompe esquemas”, afirma.

Doménica y Camila son amigas desde el colegio. “Somos como hermanas, tenemos muchas situaciones de la vida que nos han unido”, cuenta y asegura que a más de quererla, la admira. “Ella es inspiradora en todo lo que hace, jamás se limita ni se pone barreras”, asevera.

“Encontré una manera de decir lo que yo pienso y siento de una forma hermosa. Me expreso a través de una foto”.

dicen de ella

“Es una persona muy responsable en todo lo que hace, todos los que saben de ella la conocen como toda una artista”.

DOMÉNICA LEÓN, amiga de Camila.