Sobre la acera de las calles 18 y primer callejón Francisco Segura, José Luis Morales y un compañero pulían detalles del armado de una figura de la cabeza del payaso Krusty, similar al parque Krustyland de Orlando, mientras que un grupo de vecinos permanecían reunidos y atentos a la bolilla siguiente del juego barrial de bingo que se realizaba en la vía pública.