Letreros con la frase “Árbol adoptado” y las iniciales de los vecinos que asumirán el cuidado se observan en varias especies que han resultado afectadas por la plaga de la cochinilla en el carretero Guayaquil-Salinas, en la vía a la costa.

Hasta inicios de este mes, un total de 50 personas residentes de la vía a la costa se habían sumado a esta iniciativa ciudadana para colaborar en el cuidado ambiental, como complemento a la labor de competencia de Áreas Verdes del cabildo porteño.

En una semana del proyecto, promovido por los ciudadanos agrupados en el colectivo Vía a la Costa Progresa, se ha juntado medio centenar de interesados en apoyar en el cuidado del mismo número de árboles.

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Estos vecinos son de diez urbanizaciones a partir de Puerto Azul, esto es, desde el km 8 hasta el km 15 de la vía a la costa, a la altura del segundo retorno.

Y es que la plaga también ha afectado a los árboles del sector. En un tramo, por ejemplo, en los exteriores de Torres del Salado se percibe en el ambiente el sobrevuelo constante de la plaga y varios árboles han quedado solo en ramas por la caída de las hojas.

A lo largo de la vía a la costa se calcula que se ubican aproximadamente 2.800 árboles, según sondeos de los vecinos agrupados allí. En varios tramos, como en el sentido hacia Santa Elena, hay varias especies que ahora tienen varias ramas con tono blanco como producto de la invasión del parásito.

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Iván Falcones, coordinador del colectivo Vía a la Costa Progresa, recordó que los vecinos involucrados tienen presente la responsabilidad social y cívica por el sector, ya que cuando hace varias décadas se cambiaron a esa zona llegaron atraídos por sus importantes áreas verdes y fauna, que aún resaltan en el manglar y en cerros.

“Por generaciones hemos conocido que es una vía verde, y ahora la vemos gris y apagada. No queremos una vía que sea un cementerio de árboles; queremos una vía llena de vida y que tengamos la vegetación y árboles verdes y tener un poco de oxígeno y aire puro en nuestro sector. Han formado parte de la historia de los guayaquileños”, dijo Falcones.

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Falcones señaló que esperaba la visita técnica del personal municipal para la evaluación de los árboles y la determinación de los pasos a seguir: fumigación, poda o extracción de alguna especie. Previamente, hubo una reunión con delegados de Áreas Verdes, luego de mantener acercamientos con sus directores.

Otro vecino involucrado en la iniciativa es Marcos Mata, habitante de Portal al Sol y también padrino de un árbol afuera de su urbanización.

Él manifestó que están preocupados por el avance de la cochinilla a fin de completar el tratamiento que pueda desarrollar el área municipal competente con el fin de rescatar a las especies del sector.

Además, enfatizó que buscan crear conciencia con más vecinos de la zona sobre la importancia de la naturaleza e involucramiento de los vecinos para conservar el medioambiente de la zona.

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Mata dijo que, ante el deterioro que puedan sufrir los árboles, también se pueden dar escenarios colaterales, como el colapso de alguna especie que podría causar afectaciones a los vehículos que circulan por la carretera a Santa Elena y viceversa.

“Las personas tienen que dejar de ser indiferentes a lo que pasa en su entorno. Cuando las personas son indeferentes y se ponen solo a dar problemas sin proponer soluciones, una sociedad no va a ir para ningún lado”.

“Tienen que aprender las demás personas si queremos enseñarles a las siguientes generaciones que estas cosas se tienen que hacer con conciencia social. Si simplemente nos sentamos, no vamos a avanzar a ningún lado”, remarcó.

Diana Villalta, moradora y presidenta de la asociación de la urbanización Portal al Sol, comentó que desde la comitiva de urbanización se está incentivando a los vecinos a participar en el apadrinamiento de la mayor cantidad de árboles.

Ella recordó que, como en otras iniciativas, en temas de vialidad y explotación minera, ahora se buscan organizar por tener una mejora de vida a nivel general.

Hasta fines de septiembre, por ejemplo en su urbanización, tenían siete padrinos y buscaban conseguir más adherentes.

Árboles de la vía a la costa son identificados por vecinos para que reciban tratamiento. Foto: El Universo

“El espíritu de quienes nos cambiamos acá es el área verde, la montaña, árboles, que es maravilloso el paisaje que tenemos acá. Queremos rescatarlo y ser parte de la solución. Estamos muy preocupados por la cochinilla, porque hay otras zonas de Guayaquil donde la cochinilla ha avanzando terriblemente. Son cadáveres; aquí podemos rescatarlos. Estamos en esta campaña para que más gente se una. En buena hora el Municipio también nos abre sus puertas para dar el apoyo”, dijo.

A su vez, Karina Moncayo, vecina de Torres del Salado, remarcó que en la zona hay vecinos, entre esos ella, que mantienen una constante relación con la naturaleza para realizar sus actividades recreativas y buscar desestresarse. En su caso, suele compartir jornadas de senderismo hacia Cerro Azul y Cerro Blanco.

“Uno se cansa físicamente y es como que el alma se calma. La naturaleza es linda. A uno lo calma el verde. Cuando uno es chiquito, lo llevan al parque; y cuando uno es grande, quiere irse a conocer el mundo. Mucho tiene que el agua, mar, los bosques, sombra de los árboles y la tranquilidad que le da eso”, resaltó la vecina.

La multa por talar un árbol sin permiso es de hasta 4.500 dólares en Guayaquil y si es considerado patrimonial la sanción puede llegar a 22.500 dólares

Además, el vecino Mata planteó que a futuro se podría considerar que los vecinos y empresas que inviertan puedan obtener descuentos en cobro de impuestos, a fin de incentivar a participar en solucionar problemas ambientales.

“No solamente es el daño en la vegetación. La cochinilla llega a matar los árboles, y yo que trabajo como voluntario de Bomberos nos toca a veces cortar a los árboles que caen en la carretera; toca también proteger a las personas que están en los carros si empiezan a caer árboles cercanos a la vía. Ya pasamos la pandemia de COVID. Ahora los árboles tienen su propia epidemia que tenemos que resolver”, manifestó.

Falcones invitó a las instituciones educativas y plazas comerciales a sumarse al proyecto, con el fin de mejorar en conjunto la imagen y entorno natural de la zona.

Por ahora, él indicó que han tenido buena apertura de los funcionarios municipales y tuvieron reunión con técnicos para poder dar asesoría inicial a la iniciativa.

Liberación de mariquitas en árboles afectados, el giro que toma la lucha contra la cochinilla en Guayaquil

La primera fase del proyecto se ha concentrado en identificar a cada árbol afectado; luego se espera que asistan técnicos para analizar los árboles y determinar las acciones a seguir, ya sea de poda o extracción.

“Dialogamos del plan de trabajo, de dónde proviene la cochinilla... Básicamente, conceptos y delinear un plan de trabajo”, dijo.

Dentro de las colaboraciones se espera contar con el apoyo de equipos especiales municipales y fumigación en partes altas. Además, con la respuesta del análisis técnico de los municipales se espera conocer el tratamiento a seguir en adelante y los padrinos de la vía a la costa se encargarían de comprar los químicos, tratamiento en la parte baja, bajo asesoría de los técnicos, y seguir al pendiente de las terapias, mencionó Falcones.

“No solo debe quedar en vía a la costa: lo que hacemos como habitantes es poner la semilla y que esta iniciativa se vaya replicando por todo Guayaquil. Los árboles que tenemos no es solo 2.800; es a nivel de ciudad. Todos debemos sumar para rescatar los árboles de la ciudad”, dijo Falcones. (I)