Pablo es un adolescente de 12 años. Él y su mamá llegaron de Loja a Guayaquil con un solo propósito: salvar su vida. Para esto se le otorgó el Código Cero, una alerta de emergencia nacional para buscar lo único que podía devolverle la vida: un donante de hígado para su trasplante.
Desde esa alerta, todos los hospitales del Ecuador buscaron algún donante, se lo encontró en un hospital de Guayaquil y se inició el proceso de trasplante en el hospital Alfredo G. Paulson, de la Junta de Beneficencia de Guayaquil, adonde el menor fue derivado de emergencia.
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Pablo tiene diagnóstico de la enfermedad de Wilson, patología en la que los pacientes no pueden eliminar el cobre del cuerpo y lo acumulan en el hígado y otros órganos. Esto le ocasionó cirrosis a su corta edad, desde los 10 años.
“Sus días estaban contados si no se trasplantaba ya, si pasaban unos dos días más, 48 horas más del tiempo cuando fue el trasplante, no lograba sobrevivir, el hígado ya no estaba funcionando. Es por eso que se dio la alerta nacional y logramos salvarlo”, refirió el doctor Gonzalo Benalcázar, jefe de servicio de Gastroenterología y coordinador clínico del Programa de Trasplante Hepático.
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El médico añadió que su donante fue un hombre que falleció en un siniestro de tránsito, con muerte cerebral, el donante idóneo para Pablo.
Se realizó la ablación del hígado del donante y se lo llevó para realizar el trasplante con el hígado de Pablo, el cual ya no funcionaba.
Benalcázar comentó que la operación fue un éxito, que el niño pudo responder con normalidad y que esperan que siga evolucionando en las próximas semanas.
Su madre, Bertha, se mostró muy feliz y agradecida luego de la operación de su hijo, ahora busca acompañarlo para recuperarse y empezar un nuevo capítulo en su vida.
El Instituto Nacional de Donación y Trasplante de Órganos, Tejidos y Células (Indot) solicitó a los ciudadanos que sigan teniendo la disposición de donar porque hay muchos pacientes en todo el país que necesitan los órganos para continuar con sus vidas.
El médico señaló que este proceso de trasplante fue cubierto por el Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS), que cualquier tipo de tratamiento vinculado a una enfermedad catastrófica es cubierto por el Gobierno. (I)