Las horas previas a la procesión a la que acude Ruth Pizarro cada Viernes Santo se redujeron desde hace cinco años.

Desde Ventanas, Los Ríos, salía junto con su familia en su vehículo propio a la 01:00 con dirección al suroeste de Guayaquil a la concentración en el santuario del Cristo del Consuelo.

Con sus dos hijos y esposo buscaban un espacio entre la multitud para arrancar a las 07:00 la romería de más de dos kilómetros.

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En 2019, por la invitación de un familiar, acudieron a la procesión del norte, que se inicia en la av. Guillermo Pareja Rolando.

En ese año palparon que no debían salir tan temprano de Ventanas para estar a las 07:00 y hacer la caminata. En años siguientes, luego de que estas actividades se retomaran después de la pandemia, decidió la familia de Pizarro quedarse en la romería que se inicia en la iglesia Nuestra Señora de la Alborada.

Con advocaciones llegaron fieles a romería del norte.

”Ahora salimos después de las 02:30 de mi ciudad, llegamos bien, tranquilos y no tenemos ese ajetreo que teníamos antes en otros años. Reavivamos nuestra fe, pero desde un espacio más pequeño y menos multitudinario”, mencionó la mujer, quien en este año convenció a su familia paterna de viajar hasta Guayaquil a la caminata que copó las avenidas José María Egas, Rodolfo Baquerizo Nazur e Isidro Ayora.

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Desde Milagro llegó hasta la av. Rodolfo Baquerizo Nazur la milagreña Marianela Icaza. Con la mano enyesada y tapada con una manta caminó las más de diez cuadras que comprenden el recorrido.

Desde que se reactivaron las actividades en Semana Santa, ella dejó de acudir a Cristo del Consuelo para evitar lesiones. En 2018, una de las últimas veces que acudió al suroeste, sufrió una caída que le provocó una luxación en la cadera.

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En otro año se descompensó al llegar al punto final de la caminata. ”Solo cambia el sitio, pero la fe es la misma. Ahora estamos en el norte, puede ser que el siguiente año sea en el sur, nuevamente en el Cristo (del Consuelo), pero siempre haciendo algo en este día para recordar la pasión de Jesús”, agregó.

Hombres y mujeres se unieron a multitudinaria romería en el norte de Guayaquil.

Así como ella, residentes en otros cantones de Guayas, como Pedro Carbo, Daule y Milagro, y de provincias como Los Ríos, Santa Elena y El Oro llegan hasta la romería del norte que este viernes, 18 de abril, congrega a miles de fieles.

Algunos de ellos se han inclinado por esta actividad por el tramo más corto de caminata y por la cercanía que se tiene con la imagen del Jesús crucificado.

“No nos alejamos de ver la imagen, la tenemos cerca como si nos estuviera cubriendo con su manto y nos hiciera los milagros”, dijo Luis Miguel Paucar, quien viajó a Guayaquil desde Puerto Pechiche.

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No solo personas de otras provincias se concentran en la Alborada para la romería de Viernes Santo, también ciudadanos de zonas del norte y noroeste prefieren esta actividad por la cercanía con sus viviendas. Efraín Cruz y su esposa, Ana Torres, viven en Sauces 8.

Cerca de las 08:00, desde su balcón, observan que la procesión se acerca y poco antes de que cruce por el portal de su casa se unen. ”Es como si las bendiciones cayeran al pie de mi casa, es como si tuviéramos un pedacito de Jesús cruzando por nuestro portal. Antes íbamos al Cristo del Consuelo para tener nuestra fe intacta, ahora lo hacemos en un mismo espacio de fervor, pero más cerca”, señaló Cruz. (I)