La contaminación de ríos y esteros en la urbe porteña ha puesto en alerta a varios ambientalistas y moradores de zonas aledañas donde se registran estos hechos.

Según evidenció este Diario en un recorrido realizado en días pasados, en el río Guayas, a la altura de la cooperativa 24 de Mayo, en el Guasmo norte, existe un derrame de hidrocarburos.

En el agua se observan manchas y un fuerte olor a este material. Junto al río está situada una estación de almacenamiento de hidrocarburos.

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Pero la afectación al río, producto del derrame de este material, ha sido denunciada desde hace varios meses por el Municipio de Guayaquil.

La Dirección de Ambiente del cabildo, mediante Oficio N° DMA-2019-4150, del 8 de agosto del 2019, notificó a la coordinación general Zona 5 del Ministerio de Ambiente que luego de realizar una inspección en una compañía situada en esta zona, se detectó el incumplimiento de varios normas vigentes.

En la misiva, el cabildo detalló que para el almacenamiento de hidrocarburo antes del transporte marítimo se constaba de dos autotanques, que no cumplían con las especificaciones técnicas para realizar esta tarea.

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Además, el área designada para estas labores no estaba provista de cubeto de contención, dique, cunetas o sumideros interiores que permitan el drenaje con mayor facilidad, cuyo flujo deberá estar controlado por una válvula en los exteriores del recinto para la rápida evacuación de aguas lluvias o hidrocarburos que se derramen en una emergencia.

El cabildo detectó que las instalaciones no constaban con pisos cuyas superficies sean de acabado liso, continuo e impermeable, o en su defecto, que se hayan impermeabilizado para evitar la contaminación por escurrimiento.

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Durante la inspección no se observaron alcantarillas con dimensiones, resistencias, capacidades y pendientes para evitar efectos adversos al ambiente.

También se halló una mancha de hidrocarburo en el río Guayas.

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No obstante, el 21 de enero de 2020, la Dirección Municipal de Ambiente recibió la denuncia de un ciudadano que indicó que mientras estaba en los patios de comida del malecón Simón Bolívar observó una mancha presuntamente de diésel sobre el río Guayas y un olor característico fuerte en el ambiente.

Por las condiciones de la marea, no se pudo determinar el sitio de donde provenía el material derramado sobre el río.

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El pasado 15 de marzo, el cabildo realizó una nueva inspección a la empresa situada en la cooperativa 24 de Mayo, en el Guasmo norte, donde se evidenció que en el sitio existe una inadecuada gestión respecto a la normativa ambiental.

Por ello, recomendó al Ministerio del Ambiente que, de forma inmediata, se suspendan temporalmente las operaciones de esta empresa, amparándose en el numeral 3 del artículo 309 del Código Orgánico del Ambiente.

Sin embargo, el Ministerio del Ambiente no otorga respuestas a estos pedidos del cabildo, que ha insistido con otras dos misivas, el 7 de abril y 7 de mayo pasado, sin éxito.

Para Xavier Salgado, presidente de la organización ecológica Medio Ambiente Sustentable, el trabajo productivo debe cumplir con las normas de gestión ambiental estipuladas por el Ministerio de Ambiente y, de ser el caso, por la Subsecretaría de Pesca.

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“Hay que trabajar en una producción sostenible, sin contaminación. En ese sentido, si en caso ocurriera un derrame de hidrocarburos u ocurriera algo antrópico provocado por el ser humano hacia una cuenca hídrica, se deben tener en cuenta barreras flotantes para poder hacer de una forma circular y que no se expanda al resto del cuerpo hidrográfico”, explicó Salgado.

Indicó que cuando se registra un derrame de hidrocarburos, como en este caso, se genera un desequilibrio en el ecosistema.

“Si existen estas manchas (de hidrocarburos) en las superficies, lamentablemente provocan un daño en la reproducción de las especies que hay en ese lugar, en la alimentación por micro o macroorganismos que existen en estos espejos de agua en esta cuenca hídrica”, sostuvo Salgado.

Con él coincide la ambientalista Andrea González. “El agua contaminada crea una capa de hidrocarburo que se adhiere a los tejidos de los animales y plantas causando envenenamiento por el contenido de metales pesados como el plomo y mercurio, como consecuencia, se produce la muerte de peces, mamíferos marinos y aves. A su vez, inserta en el ecosistema estos metales pesados que se irán acumulando en la cadena trófica, es decir, finalmente llegando al ser humano”, refirió.

Explicó que actualmente existen aplicaciones tecnológicas que permiten el control de calidad de agua en tiempo real con equipos económicos e internet.

“Ecuador necesita de tecnología simple y eficiente para eliminar tanta burocracia innecesaria, todo el mundo está cambiando hacia ese tipo de control, eficiente y real”, dijo González. (I)