Un rosario gigante colgaba del cuello de José Pacheco mientras avanzaba con las manos en posición de oración desde Lizardo García y la A con dirección al Cisne 2. A su paso, este hombre junto con su esposa, Pilar Santos, y su hija Rosa reflexionaron sobre sus pedidos y agradecimientos que tenían hacia la advocación del Cristo del Consuelo.
Esta mañana, así como esa familia, cientos de devotos colmaron esta avenida para participar de la tradicional romería que llevó a la imagen del Cristo del Consuelo en una carroza desde el santuario hasta el templete que alberga su monumento. Un recorrido que se extendió por más de dos kilómetros.
Los fieles se agolparon en las inmediaciones del santuario desde horas de la madrugada. Por disposición de la seguridad, vallas metálicas se instalaron en los alrededores para permitir una salida fluida de la imagen del Cristo.
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La imagen salió del patio del santuario custodiada por un cordón de policías y militares casi a las 07:30. Encabezando la romería estuvo monseñor Luis Cabrera, arzobispo de Guayaquil y cardenal.
A lo largo del recorrido, la familia Pacheco Santos y otros grupos se unieron en oraciones para elevar distintas súplicas, agradecimientos y oraciones para sus allegados y la sociedad.
Casi al cruzar el puente de la A, los fieles se acumularon para celebrar ese paso. Ahí lanzaron agua y pétalos de rosas a la carroza que llevaba la imagen.
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Pacheco lamentó la situación de niños y adolescentes que están expuestos a la influencia de malas compañías, víctimas de crímenes e incluso la participación de ellos en actos delictivos.
“Que la juventud reciba ayuda, se tiran a la calle y se pierden en bandas, y se pierden y no respetan a sus familias. Dios quiera que cambie todo esto”, dijo el morador de Mapasingue.
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A nivel personal, él recordó que su esposa, Pilar Santos, fue diagnosticada con miomas en el útero en años anteriores, y pudo salir adelante por un “milagro”.
“(A) mi señora ya los doctores no me la aceptaban para nada, ningún hospital me quería coger, me decían que iba a morir. Tenía tanta fe en el Cristo. Ya moría, le pedí que me ayude y me la operó un médico particular y la tengo. Vengo a agradecer toda la vida que me la curaron”, dijo el hombre que lleva 30 años como participante de la romería.
Entre los participantes, Decker Castro, quien realiza el recorrido desde hace unos quince años, estuvo en compañía de su esposa, suegra, cuñada y otros allegados.
El hombre de 52 años cargó una gigante cruz para suplicar por la salud de su padre, que tiene 98 años, con dolencias del corazón, y también de un tío, con 100 años.
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Además, él clamó por mejoras de la situación del país en temas de seguridad y desempleo.
“Que el Gobierno cambie la situación, hemos perdido amigos por la delincuencia, ahora poco mataron a un amigo. Que las fuentes de trabajo se generen, muchos amigos no tienen, pido por ellos”, expuso el hombre mientras acompañaba el paso de la imagen.
Saúl Sanchez, otro de los participantes, empujó la silla de ruedas de su madre, Bárbara Salavarría, de 80 años, quien tiene problemas de movilidad en las piernas y le pidió acudir hasta el templete.
“Que cambie la situación económica, laboral y la seguridad, que en todo el país da miedo. Que nuestros gobernantes pongan más énfasis en eso, que les dé sabiduría para que puedan dirigir”, expuso el fiel católico.
La señora insistió en dirigirse a pie para participar de la romería desde Puerto Lisa hasta el Cisne 2. Ella agradeció por mantenerse con vida.
“Que todos estemos bien con felicidad, que tengamos donde vivir, más que sea una covacha vieja donde vivir, estoy agradecida con eso”, dijo y agregó que sus hijos deben salir adelante pese a las decisiones de los gobernantes.
Luego de casi dos horas de recorrido, a las 09:30 los fieles recibieron a la imagen del Cristo del Consuelo en el templete.
Ahí monseñor Luis Cabrera encabezó una ceremonia religiosa. La prefecta de Guayas, Marcela Aguiñaga, acompañó el acto y lanzó una paloma al aire como un mensaje de paz.
Cabrera recordó que los fieles necesitan de confesión, comunión, oración y acción para beneficiarse de la indulgencia dentro del año de Jubileo 2025. (I)