Cientos de indigentes deambulan por calles, avenidas y parques de Guayaquil. Son hombres jóvenes, mujeres con niños en brazos, embarazadas, personas de la tercera edad. Hay ecuatorianos y extranjeros, sobre todo venezolanos. Algunos están bajo los efectos de alguna droga o son consumidores, también hay personas con problemas mentales, desorientadas, sin rumbo. Solicitan dinero en los semáforos, otros piden comida en restaurantes y una parte de ellos vive bajo los pasos a desnivel, en solares vacíos o las aceras.