Llegó al Municipio de Guayaquil vestido de terno blanco y un sombrero con un cintillo con la bandera de Guayaquil.

Míster Máster Palma había sido convocado para recibir, este lunes, 18 de marzo, una distinción municipal por su aporte como emprendedor.

Durante 44 años ininterrumpidos, este emprendedor ha mantenido un negocio de venta de jugo de coco en las calles Chimborazo y Cuenca, en el sur de Guayaquil. Es un ícono en esa esquina por su empatía para atender a los clientes y su elegancia.

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En esa esquina, sus clientes lo han visto por años con camisa y pantalón de color blanco. El sombrero y la corbata varían de tono según el día. A esta vestimenta cotidiana se suma el terno blanco que lo acompaña los viernes y en cada feria en la que participa.

Precisamente, este lunes, lució ese traje completo, de saco y corbata roja.

El Municipio decidió condecorarlo “por su destacado papel como emprendedor y motor del desarrollo económico de nuestro cantón”.

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Hubo un momento especial para este hombre de casi 65 años. Al final de la sesión extraordinaria del Concejo, en el Salón de la Ciudad, Palma fue recibido.

“El señor Míster Palma Chillambo no solo es un guayaquileño de corazón, sino un verdadero ejemplo de integridad y compromiso con su comunidad”, dijo el alcalde Aquiles Alvarez.

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A él se lo describió como un faro de esperanza y ejemplo de progreso.

Palma, más conocido como Coco Rico Míster Palma, tiene décadas en la esquina de Chimborazo y Cuenca, frente a la dependencia de la Comisión de Tránsito del Ecuador. Ahí, él se gana la vida vendiendo jugo de coco con trozos de manzana.

El alcalde de Guayaquil condecoró a Míster Master Palma. Cortesía

Se asentó en esa esquina al poco tiempo de haber migrado a esta ciudad desde su natal San Lorenzo, de Esmeraldas.

Luego de trabajar de albañil decidió dar un cambio a su vida. “Me di cuenta de que así no iba a tener un futuro mejor, así que decidí hacer lo que sé hacer, un rico jugo de coco”, dijo años atrás este padre de ocho hijos.

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El coco tiene el toque de Míster Máster Palma

Comenzó vendiendo su producto, a pie y en balde, por las calles céntricas de Guayaquil, la Bahía y en mercados. Así se ganaba los sucres que necesitaba para alimentar y educar a sus hijos.

Según Míster Máster Palma, el secreto para que su negocio sea reconocido por los guayaquileños de todo estrato socioeconómico es el amor y empeño que pone cada día.

“Es fácil llegar, pero difícil mantenerse. Es el amor y respeto que les doy a mis clientes lo que hace que ellos regresen. El éxito de todo negocio, pequeño o grande, es atender bien al cliente”, afirmó.

En su local no puede faltar su grabadora, que reproduce melodías cristianas que, según él, lo regocijan y fortalecen.

Al recibir la condecoración, Míster Máster Palma instó a la unidad en el Municipio e invocó a que Dios pueda seguir bendiciendo la ciudad.

Palma dedicó un pasaje Bíblico, de Josué 1:9, al alcalde: “Mira que te mando que te esfuerces y seas valiente; no temas ni desmayes, porque Jehová, tu Dios, estará contigo en dondequiera que vayas”.

Al final, en tono de broma, el alcalde le dijo que sería próximo concejal de Guayaquil. (I)