En los últimos tres meses, Edith León ha optado por cerrar todas las ventanas de su vivienda en el pasaje 7 de la ciudadela Albatros, norte de Guayaquil, para evitar que el polvo que se levanta en la calle cercana ingrese y se asiente sobre muebles y electrodomésticos.

En toda esa vía, comenta, se hicieron trabajos de recambio de tubería. Se removió parte de la calle, se colocó nuevo material y luego los huecos se cubrieron con tierra. Las labores se iniciaron hace un poco más de tres meses, pero aseguran que al momento están paralizadas.

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León dice que una de las problemáticas que había en ese sector era la vetustez de las tuberías que provocaban que el agua saliera con coloración café. Por ello, habían solicitado de forma urgente que se hicieran trabajos en esa zona.

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“Nos dijeron que apenas cambien las tuberías iban a cerrar los huecos, pero solo pusieron tierra y los bordillos están hasta partidos”, expresa León.

Una trabajadora de una institución pública que está sobre la avenida de las Américas, y que colinda con la ciudadela, refiere que es un peligro caminar por las aceras porque algunos tramos están con el pavimento levantado o roto.

Zonas con tierra se observan en ciertos puntos de la ciudadela Albatros. Foto: El Universo

“Acá la gente nos ha dicho que se ha salvado de caerse porque hay lodo, hay zonas irregulares porque solo está puestita la tierra o el cemento”, sostiene la colaboradora.

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En varios puntos de la ciudadela se han cercado áreas con cintas naranjas y conos para alertar de los trabajos. También hay zonas en donde se ha acumulado material que está acordonado.

Los guardias que se ubican en los diferentes pasajes de la ciudadela aseguran que en el horario de almuerzo (12:00 a 13:30) y a la salida (17:00) de las oficinas es cuando más polvo se levanta, sobre todo en la calle 12.

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Alfredo Ortiz, quien acude diariamente a uno de los negocios que están ubicados en Albatros, señala que su carro termina al final del día con una capa de polvo como si fuera ceniza. Otro inconveniente que ha detectado es que al ser tierra lo que se ha colocado en los bordes de la calle con un poco de agua se forma lodo.

“A veces dejamos los carros estacionados y cuando queremos salir, las llantas patinan por el lodo. Es increíble que en un sector comercial y residencial haya estos problemas”, manifiesta.

Los moradores y trabajadores de empresas ubicadas en la ciudadela solicitan que haya celeridad con las obras que se ejecutan en la zona.

Este Diario solicitó información de los trabajos y su estado al Municipio, pero hasta la publicación de esta nota periodística no hubo respuesta. (I)

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