“Vivir acá antes era un paraíso, ahora tenemos miedo, no hay seguridad en ninguna parte”, comentó una residente de la urbanización de Samborondón donde el sábado hubo un ataque armado que dejó cuatro hombres muertos.
Ella lleva catorce años viviendo en esa urbanización, llegó cuando apenas había pocas casas construidas. “Antes una patrulla del Municipio rondaba a diario dentro y en exteriores y no había tanta gente extraña alquilando viviendas por periodos cortos”, mencionó.
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Vecinos de la urbanización no salen del asombro de cómo hombres vestidos de militares sometieron a los guardias, burlaron la seguridad, se pasaron las plumas de seguridad y entraron.
La casa en la que ocurrieron los hechos estaba rentada. Los cuatro hombres que estaban en el sitio, al parecer, estaban planificando algo. Tres tienen antecedentes.
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“Yo tengo 77 años y por temas de salud solía caminar a diario en los alrededores, pero honestamente ya no me siento segura estando incluso dentro de la zona residencial”, dijo una residente.
Varios moradores comparten la misma incógnita de cómo es posible que quien arriende su casa no lleve un registro de cuántas personas habitan o quienes son.
“Hemos socializado con los vecinos y exigimos que cada propietario debe tener más control y conocimiento de los inquilinos”, indicó un morador que por temas de seguridad prefirió no dar su identidad.
Este tema ha entrado en debate entre los moradores, debido a que las personas asesinadas en la casa presentaban antecedentes penales y la habían alquilado hace apenas tres meses. Por esta razón, entre los vecinos instan a ser más cautelosos al momento de arrendar las viviendas.
Un experto en asesoría legal en temas de inquilinato indicó que la administración no tiene permitido controlar a un residente y decidir a quién debe alquilar su domicilio. Por eso, para evitarse problema es aconsejable que el dueño de la vivienda se cerciore de quién es el potencial inquilino.
Otra moradora contó que el día que ocurrió todo, sus hijos estaban en el club social, en la cancha, ahora ella teme que los menores anden solos.
Unos piden mayor seguridad y agregan que no solo es un trabajo de la administración. “Esta etapa es de las más grandes del sector, por lo tanto es necesario que contemos con patrullaje en los alrededores”, dijo un morador.
Según testimonios, no es la primera vez que se reporta un hecho delictivo dentro de la ciudadela. Hace aproximadamente dos años, varios sujetos ingresaron y asaltaron tres viviendas.
En ese momento, las casas no estaban habitadas, porque los residentes estaban de viaje, sin embargo, mencionan que los delincuentes entraron y salieron sin que nadie se diera cuenta.
Según residentes, en un comunicado que envió la administración, se indica que se mantienen alerta sobre todo en horas de la tarde y noche, y que se han reforzado las áreas de ingreso y salida, así como también se planea mejorar los portones para impedir el acceso de personas no autorizadas.
Tras lo sucedido, algunos han optado por salir solo a bordo de vehículos y evitar realizar caminatas en los exteriores de la zona residencial. (I)