Para Romery Sivisaca entregar las primeras horas de su 24 de diciembre a la oración y la meditación se ha convertido en una especie de tradición cada año. Ella sale desde su casa en el Guasmo sur y acude hasta la iglesia Catedral para hacer la novena y escuchar misa.
Los últimos tres años, tras recuperarse de un cáncer de seno, optó por realizar su ‘primera celebración’ en la paz de la iglesia. “Vengo a honrar a Dios, a celebrar el nacimiento del Niño Jesús. A ellos les entregué mi vida en 2021 cuando me enteré que tenía cáncer, a ellos les debo todo y por eso siempre pongo como lo primero en mi lista venir a orar”, dijo la guayaquileña.
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Así como ella, David Verdezoto acudió junto con su esposa para escuchar la eucaristía. En las manos llevó un bolso con pañuelos y rosarios que buscaba bendecir. Antes de sentarse a escuchar la palabra de Dios, frotó los pedazos de tela y los collares por cada una de las imágenes de la catedral.
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“Quiero que esta tela que cobija al Niño Jesús de nuestro nacimiento tenga un valor más espiritual. Todos en mi familia usaremos los rosarios que voy a pasar por todas las imágenes de la Virgen María y del Jesús crucificado”, comentó.
Verdezoto se unió a decenas de feligreses que a las 08:00 llegaron hasta la iglesia Catedral para escuchar la homilía. Algunos llegaron con rosarios en las manos, otros con pequeñas esculturas del Niño Jesús.
Desde zonas del sur, centro e incluso noroeste acudieron a la iglesia, a pocas horas de la Nochebuena.
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“Tratamos de mantener viva la fe. La Navidad no es el pavo, el relleno y la ropa cara y nueva; la Navidad es agradecer por la vida de Jesús que llegó a salvarnos, la Navidad es unión y entregar nuestro corazón al Santísimo siempre”, manifestó Diana Ceverino.
Ella junto con su suegra acudieron hasta la iglesia del centro de la urbe para completar el último día de la novena y participar de la eucaristía. Al finalizar la ceremonia se acercaron hasta un nacimiento que se colocó, iluminado, en el centro de la catedral.
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En las primeras horas de este 24 de diciembre, los fieles no solo acudieron a iglesias católicas, también a las sedes evangélicas. Desde las 06:00, en uno de los templos en las calles Luque y Rumichaca, se congregaron decenas de personas.
De rodillas y con las manos levantadas escucharon las prédicas que se realizaban a cada hora. “Estamos aquí para alabar, para orar, para cantar porque hoy es un día de festejo, de fiesta”, dijo uno de los asistentes.
Varios de los ciudadanos que acudieron a esta asamblea indicaron que harían el ayuno desde las 10:00 hasta las 14:00 este miércoles, como muestra de su fe.
“Vamos a seguir agradeciendo por la vida, por un día más de todo lo bueno que nos trae. Este día no se debe dejar de lado el verdadero significado que es el nacimiento de Jesús”, manifestó un fiel. (I)
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