La lluvia que soportó Guayaquil este lunes 8 es la más intensa que se registra en la urbe en lo que va del 2021, según el Instituto Nacional de Meteorología e Hidrología (Inamhi). El fuerte temporal causó 64 afectaciones en el área urbana, como inundaciones, canales rebosados, árboles caídos, vehículos dañados y complicaciones para los ciudadanos.
Eran cerca de las 15:30 de este lunes 8, cuando una nube negra cubrió parte del sur de Guayaquil, en especial las ciudadelas La Saiba, 9 de Octubre, Pradera. Kilómetros más adelante, en el centro, una leve lluvia hacía que los conductores bajen la velocidad de sus vehículos, mientras que agentes de la Autoridad de Tránsito y Movilidad (ATM) se movilizaron a zonas como la avenida Malecón y 9 de Octubre para controlar el flujo de los carros.
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La lluvia comenzó a incrementarse a las 16:15. En la avenida de las Américas, a la altura del estadio Modelo Alberto Spencer, el cielo advertía de que se aproximaba un diluvio. Apenas 5 minutos después, un fuerte aguacero cayó sobre ese tramo.
Los conductores circulaban despacio, pues las grandes gotas de agua que caían empañaban los parabrisas, complicando la visibilidad. Sobre el paso a desnivel en la intersección con la avenida Carlos Luis Plaza Dañín, ya algunos carros mostraban desperfectos. Un vehículo negro se apagó, pero 20 segundos después encendió y siguió su camino hacia la avenida Francisco de Orellana.
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En esa vía, otro auto de color negro era empujado por dos ciudadanos en dirección hacia la calle Joaquín Orrantia. Metros más adelante, un motorizado mostraba malestar porque su vehículo también se dañó. Y el agua caía con fuerza sobre la ciudad.
A la altura de la séptima etapa de la Alborada, en menos de 10 minutos de lluvia, ya se evidenciaron tramos inundados. Los conductores, con los vidrios arriba, evitaban que el agua ingrese a sus autos. Circulaban despacio. Mientras los transeúntes, que ya comenzaban a salir de sus lugares de trabajo, trataban de protegerse del agua. “Me van a pasar viendo, la lluvia está fuerte, no tengo como moverme con estos papeles”, decía Mario Briones, quien se refugió en el interior de una panadería de la zona. Él se dirigía a Samanes 1, y cargaba documentos en sus manos, pues labora en un estudio jurídico.
Cerca de las 17:30, la intensidad de la lluvia no cesó. En la avenida Benjamín Carrión, el agua superaba el nivel de las llantas de autos. Lo mismo ocurrió en la Juan Tanca Marengo. Las luces intermitentes de una camioneta señalaban de un desperfecto, cerca de Urdenor. Mientras una vendedora informal, junto a sus dos pequeños hijos, se refugiaron en el ingreso de una vivienda del sector, bajo un espacio techado. Delante de ellos, dos hombres caminaban en el agua. Uno de ellos alzó la parte inferior de su pantalón para transitar con agilidad en el tramo inundado.
Un canal cercano a esa vía corría el riesgo de desbordarse, por lo que habitantes trataban de limpiar, con urgencia, los desfogues rodeados de basura.
Los buses también circulaban despacio, aunque algunos no respetaban las paradas para recoger a pasajeros y seguían su camino. A la altura de la ciudadela Martha de Roldós, cerca de las 18:00, el tráfico se volvió pesado. Para transitar hacia la calle José Gómez Gault, los vehículos esperaron casi 30 minutos. Es decir, en un tramo de casi 1 kilómetro.
En esa ciudadela, la lluvia anegó varias calles. El agua llegaba hasta las rodillas de dos ciudadanos que jugaban en los exteriores de su vivienda. Los conductores se arriesgaban a que sus carros se dañen, pero igual transitaron hacia sus destinos. En la manzana 400, algunas personas alzaron las rejas de desfogue de aguas lluvias que estaban cubiertas con basura, para que el agua transite con agilidad.
En la vía a Daule, en dirección a la avenida del Bombero, un carro cedió ante la lluvia. Lo mismo ocurrió en zonas como Urdesa. En la avenida Las Aguas, en el tramo hacia la Alborada, un árbol cayó. Los vehículos presentaban desperfectos mecánicos y eléctricos, por lo que el tráfico se tornó lento.
De esto se aprovecharon varios ciudadanos que intentaban obtener réditos ante el mal clima. Cuatro individuos y dos niños se apostaron en el parterre central de esa vía, para empujar carros que se quedaban dañados. “¡Ahora, ahora, préndalo!”, gritaban a la conductora de un vehículo luego de impulsarlo con las manos. Enseguida, quien manejaba el auto les entregó 2 dólares.
Los menores se bañaban y hacían piruetas en la calle, convertida en una piscina por la cantidad de agua. Luego, los mayores, continuaban con su práctica, empujando otros vehículos.
Más adelante, varios ciudadanos esperaban los buses. Ellos se cubrían con bolsos, paraguas, abrigos y hasta fundas, mientras llegaba la unidad de transporte. A la altura de Jiguas, un vehículo pasó raudo y bañó a quienes aguardaban por el bus.
“Llevo más de una hora tratando de conseguir un carro, necesito ir a mi casa, no me quiero enfermar, envíenme números de taxis, por favor”, suplicaba Sandra Pazmiño en un grupo de WhatsApp. Ella estaba en un centro comercial de la avenida Francisco de Orellana y necesitaba ir hacia el centro.
El caos vehicular era generalizado en la ciudad. Algunos recomendaban no salir de casa hasta que pare un poco la lluvia, que se extendió durante toda la noche.
En la vía Perimetral, a la altura de La Prosperina en sentido oeste-este, se registró un leve accidente que generó alta congestión vehicular, pasadas las 19:00. Tráileres, camiones y otros autos formaron un fila de al menos 1 kilómetro, mientras personal de tránsito intentaba agilizar la circulación.
En la cooperativa Los Guayacanes, en Monte Sinaí, noroeste, una vivienda colapsó. Siete árboles cayeron en los sectores vía a la costa, las ciudadelas Ferroviaria, Guayacanes, Guasmo norte, según información del Municipio de Guayaquil.
En la ciudadela Los Ceibos, en un tramo cercano al sector Prosperina, material pétreo hizo colapsar el sistema de drenaje pluvial. Mientras que en la vía Perimetral, a la altura del bloque 11 de Bastión Popular, una zanja lateral quedó taponada por la caída de tierra y piedras. En Monte Sinaí se registraron escombros y palizada acumulada en canales y esteros.
Una vez que bajó el agua, en varias calles aparecieron decenas de placas de vehículos que cayeron producto de la fuerza de la lluvia.
El cabildo informó que se reportaron 18 zonas inundadas en la urbe, así como 39 calles y avenidas con acumulación de agua.
Según el Inamhi, los puntos que superaron los 100 mm en 24 horas en la ciudad son: Nueva Prosperina (105 mm), Facultad de Ciencias Naturales (133,7 mm), El Paraíso (113 mm), Santa Ana (107 mm), Cisne 2 (109,9 mm), La Pradera (148,8 mm), CAMI Pedregal (147,7 mm) y Songa (111,9 mm).
Durante los primeros días de marzo, Guayaquil alcanza el 58,3% del registro histórico de lluvias en este mes, informó el Inamhi. (I)