Vecinos de tres sectores del norte de Guayaquil aseguran que el uso indebido de las aceras se volvió cotidiano.
Durante un recorrido por Sauces, Alborada y Samanes se observó a varios vehículos estacionados sobre zonas peatonales, incluso en sectores regenerados donde está prohibido entrar con automotores.
Catherine Hernández, residente de la décima etapa de la Alborada, asegura que la escena se repite casi todos los días.
Publicidad
Relata que los autos se suben a la vereda o bloquean entradas, y que los conductores prefieren estacionar “donde se bajan”, a veces dejando el motor encendido.
Dice que cuando pide que retiren un vehículo, algunos colaboran, pero otros reaccionan molestos.
Josefina Morejón, moradora de la Alborada, explica que muchos optan por subir el carro a la vereda “para evitar que otros vehículos los rocen o les rompan los espejos”.
Publicidad
Afirma que intentan ocupar solo un tramo de la acera, pero reconoce que hay conflictos cuando alguien bloquea un garaje y se niega a mover el auto.
En Samanes 5, Evelyn comenta que las quejas surgen solo cuando algún vehículo ocupa el espacio de un garaje, pero, en general, los conductores entienden y se disculpan. Indica que no han tenido mayores enfrentamientos.
Publicidad
Otros habitantes consultados durante el recorrido aseguraron no registrar inconvenientes. Una vecina mencionó que en su calle no suele haber carros sobre la vereda y que no enfrenta molestias.
Sin embargo, estas opiniones contrastan con lo visto en varias cuadras aledañas donde sí había autos estacionados en zonas peatonales.
La problemática se vuelve más evidente en Sauces 1, donde los moradores denuncian que la invasión de veredas es constante.
Alexandra Laborde, dirigente barrial, afirma que incluso en áreas regeneradas -donde el tránsito vehicular está prohibido- los automotores se suben con frecuencia.
Publicidad
Explica que esa zona es peatonal y que allí funciona un jardín de infantes, una iglesia y la escuela Manuela Cañizares.
Laborde indica que los vehículos deterioran adoquines y las instalaciones diseñadas para peatones. Por ello solicitó a la ATM colocar señalética y bolardos para impedir el ingreso de los carros a las aceras.
Comenta que algunos vecinos cooperan cuando se les pide que las despejen, pero otros responden con groserías e insultos.
“Unos comprenden y salen de la vereda, pero otros se portan muy groseros”. Incluso ha recibido insultos: “Me dicen que si yo soy la dueña del sector”.
El recorrido realizado por este Diario permitió evidenciar vehículos estacionados en veredas de Sauces, Alborada y Samanes.
En algunos casos ocupaban casi toda la acera, en otros, bloqueaban accesos o impedían el paso de peatones.
El debate llegó al Municipio el pasado jueves 13 de noviembre. Durante la sesión encabezada por el alcalde Aquiles Alvarez se expuso el mal uso de las aceras en estos sectores. El alcalde advirtió que estacionar en espacios peatonales afecta la movilidad.
La Agencia de Tránsito y Molivilidad suele hacer controles, pero moradores piden que sean constantes. (I)






















