Inés Soria llevaba abrazada en el pecho la imagen de la Virgen María. Junto con ella caminaba su hijo Josué, de 11 años. Ambos salieron de Durán desde las 07:00 para llegar al centro de Guayaquil y así estar entre los primeros en salir en la magna procesión de la Santísima Virgen María Símbolo de Esperanza y Fe.
Esta gran procesión la realizó la Arquidiócesis de Guayaquil junto con el Comité de Damas para honrar a la Virgen María y que interceda por la paz de Guayaquil y del Ecuador.
Los grupos de comandos militares, de unidades educativas y de diferentes parroquias de Guayaquil se reunieron en la avenida Machala y Luis Urdaneta, y en la calle Pedro Moncayo y Quisquís, cerca del colegio San Agustín.
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El desfile lo abrió personal militar. Allí participaron grupos de la fuerza terrestre, naval y aérea, y también varios colegios y academias militares como el Teniente Hugo Ortiz, la Fuerza Aérea Ecuatoriana (FAE), Academia Naval Guayaquil, entre otros.
En esta romería se observaron altares de imágenes religiosas como la del Cristo del Consuelo y la Santísima Virgen del Cisne. También se realizó el recorrido de imágenes en carros alegóricos de distintas parroquias de Guayaquil y de Durán. Además se contó con la presencia del Santísimo Sacramento.
El cardenal Luis Cabrera, arzobispo de Guayaquil, también recorrió la avenida Machala con otras autoridades de la curia local.
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Entre las parroquias que iniciaron el recorrido estuvieron San Alejo, Nuestra Señora de la Elevación de La Chala, María Madre de los Huérfanos de Pascuales, entre otras.
Los asistentes entonaron varias canciones católicas para acompañar este recorrido, como Junto a ti, María, Madre Mía, Ave María.
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María José Herrera, residente de la Alborada, comentó que llegó con su mamá y su hermana para realizar el recorrido de fe y pedir por la paz y seguridad de Guayaquil.
“Todos los días vemos noticias tan tristes, hay mucha violencia, no aguantamos más esta situación, solo Dios y la Virgen nos pueden sacar de esto”, comentó la mujer.
Asimismo, Jorge López llegó con sus padres y hermanos desde Urdesa.
“Imploramos paz, este país no resiste más violencia”, expresó.
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Este acto de fe también fue aprovechado por comerciantes que llegaron a vender paraguas, sillas, agua, sombreros, imágenes religiosas. Ellos recorrieron la avenida Machala junto con las personas que se sumaron a esta procesión.
Debido al evento religioso, la Agencia de Tránsito y Movilidad realizó varios cierres viales a lo largo de la avenida Machala. Algunos choferes tuvieron que tomar desvíos para dirigirse hacia el sur de la urbe. (I)