La mezcla del ambiente urbano con espacios naturales de agua, como los malecones y puentes peatonales, además de espacios arquitectónicos que se mantiene conservados en la urbe y la tradición de la elaboración de monigotes para su quema en el recibimiento del año nuevo, son parte de los puntos que admiran los turistas que arriban en estas fechas de festividades a Guayaquil.