El gremio de la transportación pública y representantes de la Agencia de Tránsito y Movilidad (ATM) han llegado a acuerdos para que se concrete el alza del pasaje del bus urbano de $ 0,30 a $ 0,45, incremento que será asumido por el Municipio de Guayaquil, según ha dicho en varias ocasiones el alcalde Aquiles Alvarez.
Con ello, el usuario, según el personero, seguirá pagando los $ 0,30 como hasta ahora.
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Cambios como la instalación de acondicionadores de aire y wifi en cada bus ha planteado la ATM a la Federación de Transportistas Urbanos del Guayas (Fetug), pero también que haya mejoras en la atención a los usuarios y que se respete las leyes de tránsito.
Tener al día la matriculación, cumplir con la Revisión Técnica Vehicular (RTV) y que los conductores respeten las paradas son otros aspectos que la entidad de tránsito ha puesto sobre la mesa de diálogos.
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Incluso José Franco, gerente de la ATM, dijo la semana anterior que de no cumplirse con estos requerimientos no podrían acceder a la tarifa de $ 0,45 y señaló que se ejecutarán los controles necesarios a las unidades de transporte.
Sin embargo, en un recorrido por varias zonas de la ciudad, la mañana de este martes, 9 de abril, se constató que, pese a estar en estos diálogos con miras al alza del pasaje, los conductores siguen invadiendo carriles que no les corresponde, dejando y tomando pasajeros en sitios no permitidos o al vuelo y hasta excediendo los límites de velocidad.
Incluso en la terminal terrestre, donde decenas de líneas de buses tienen paradas para dejar y tomar usuarios, no se respetan las zonas para que los pasajeros se bajen de forma segura.
Pese a la presencia de agentes de tránsito, los conductores de buses que ingresaron la mañana de este martes 9 a ese espacio dejaron y recogieron pasajeros antes de llegar a su punto establecido o después de salir de su zona de parada.
En la calle Rumichaca ocurre lo mismo, sobre todo en horas pico, dijo Mariana Patiño, una mujer de la tercera edad que acude al centro de Guayaquil todos los días para trabajar.
Ella señaló que muchas veces el bus la deja en la mitad de la calle porque está haciendo carrera con el micro que está más adelante y no quiere esperar su turno para llegar a la parada.
Angie Solana también se quejó y dijo que muchas veces los buses no paran en los lugares establecidos y se van de largo por alcanzar al bus que va más adelante.
“No deberían hacer carreras, con instalarle un GPS pueden constatar desde las cooperativas que ellos están en su ruta”, refirió la mujer que iba con su hijo de 7 años por la zona del mercado Central cotizando los útiles escolares.
En el norte de la urbe también pasa esto. En la avenida Francisco de Orellana, cerca de centros comerciales de la avenida Carlos Luis Plaza Dañín los pasajeros corren hasta los semáforos para tratar de alcanzar ahí a los buses que se detienen por la luz roja.
Los usuarios comentaron que algunas unidades no se detienen en el paradero, ubicado unos 50 metros antes.
En el sur de la urbe, cerca del hospital Teodoro Maldonado Carbo, también suele haber caos durante horas pido por el ingreso y salida de buses en una calle angosta por el área de Emergencia.
Sobre la situación, este Diario busco un pronunciamiento del presidente de la Fetug, Christian Sarmiento, pero hasta la publicación de esta nota informativa el dirigente no atendió su celular.
Estos son los compromisos de los transportistas con la ATM:
- Implementar climatización (acondicionadores de aire) en los buses.
- Instalar conexión wifi.
- Mejorar la atención a los usuarios.
- Limpieza de las unidades.
- Estar al día con la revisión técnica vehicular del 2024.
- Respetar las paradas ya establecidas para recoger y dejar a los pasajeros.
- Revisión de las escotillas (puertas) de seguridad funcionen con normalidad. (I)