Alberto, el portero de un edificio ubicado en la calle Córdova y Mendiburo, en el centro de Guayaquil, recuerda todos los días los horarios de corte de luz a los residentes. Él siempre está quince minutos antes atento al corte de energía y apaga los dos ascensores que funcionan en ese edificio para evitar que presenten algún daño.