Fernando Pozo, ecuatoriano que reside en Europa, apuesta a Vito’s, cadena de helados artesanales en Guayaquil y Samborondón

Fernando Pozo es un quiteño que lleva casi tres décadas residiendo en Europa y mantiene su cercanía con Ecuador por medio de su emprendimiento de helados.

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A sus 25 años, este quiteño empezó en el mundo de la gastronomía, cuando viajó a Europa para estudiar la carrera de chef de cocina en el Centro de Formación de Montaña de Piamonte (Italia), luego tuvo una serie de experiencias en una heladería y hoteles de lujo del mismo país durante ocho años, hasta que se asentó en Noruega, donde siguió laborando en el área y reside desde hace 21 años.

Actualmente él tiene 52 años y en el Viejo Continente ha incursionado en varios restaurantes, adquirió uno llamado Vito’s, con el que estuvo por 16 años, y siguió probando en otros negocios de comida propios, que con el paso de los años los terminó vendiendo.

En la época de pandemia, su cuñado Enrique Castillo, quien solía acudir a especializarse y colaborar con él en Europa, le insistió en emprender con helados artesanales en Ecuador y así decidieron iniciar con su primer local en Samborondón, bajo un concepto de heladería artesanal italiana.

“Yo amo Ecuador, he viajado mucho, pero para mí Ecuador es mi casa, me siento seguro a más de lo que pase en el diario, pero me siento bien, me siento vivo, siento ganas de crear y ese sentimiento no hay precio”, dice este emprendedor ecuatoriano.

Además, en paralelo a la actividad en Ecuador, Pozo mantiene dos heladerías Vito’s y asesora a otros negocios en Noruega.

En una reciente visita a Ecuador, él se muestra entusiasmado de exponer su emprendimiento que se ha mantenido a flote en la pandemia, cuando recién abrieron el negocio, y ahora está en proceso de expansión.

Aunque los primeros dos años fueron complicados y trabajando bajo pérdida, se trataron de mantener a flote y seguir apostando por el producto, que ahora es reconocido por clientes que van compartiendo la experiencia de Vito’s por medio del “boca a boca”.

“Ahora en Ecuador estamos entre los mejores helados del mundo porque la fruta ecuatoriana la manejamos a diez gramos más por litro de lo que trabajan en Europa, nosotros manejamos al 50 n% por fruta, en Europa al 40 %”, remarca Pozo, quien apunta que tienen máquinas de última tecnología para la elaboración del producto.

Entre sus actividades, el hombre principalmente se encarga de logística y compras de materia prima en Europa (Italia y Francia), y además adaptaciones de locales. Su esposa, Paola Castillo, quien también reside en Noruega, se dedica a los trámites burocráticos y administrativos, mientras su cuñado Enrique, quien es ingeniero químico, maneja el personal, realiza la administración del local y el manejo de laboratorio en la producción y desarrollo de recetas desde Ecuador.

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Mientras dura su visita, Fernando disfruta del ambiente en Ecuador y se mantiene con el seguimiento de operaciones y el trabajo con Vito’s, tanto en el país como en Noruega, en la zona de Asker y Voleen, donde operan los otros dos locales.

Sobre el negocio

Que el cliente se transporte en un viaje por 10 minutos a Italia, mientras se saborea un helado artesanal, a bajo costo, es parte de la experiencia que se busca ofrecer en Vito’s.

“Un helado que la gente prueba aquí lo va a probar en Europa, la gente que va lo sabe, estamos presentando un helado top, con calidad, experiencia y precio módico”, remarca el emprendedor.

Luego de cuatro años, en Ecuador, Vito’s tiene locales en Village Plaza, Mall del Sur, Mall del Norte, y está por abrir otro local en City Mall en esta segunda quincena de marzo y en abril tendrán otra sucursal en el nuevo Supercines de la av. Orellana.

Su principal apuesta va dirigida al público que asiste a centros comerciales por ser el sitio ideal donde el cliente puede tener la oportunidad para tomar asiento, darse un buen gusto y disfrutar con calma en un ambiente con una temperatura agradable.

A futuro, el concepto de heladería Vito’s se busca ampliar con un primer local en Quito y además abrir una línea de granizados.

En esta marca se ofrece una variedad de 52 sabores, entre las que destacan pistacho, chocolate belga, tiramisú, pie de frutos rojos, manjar de leches con higos, avellanas, straciatella, frutilla, maracuyá, mango, oreo, vainilla, limón, mora entre otros que se van rotando.

Vito’s tiene entre sus opciones helados artesanales, veganos, sin gluten (gluten free), sin azucar (con stevia), además de helados de frutas netamente ecuatorianas.

Sobre su línea de producción, Vito’s utiliza materias primas que provienen de haciendas locales. En el caso de las frutas llegan de haciendas de Sierra y Costa ecuatoriana, mientras otros productos se importan de Italia y Francia, como las avellanas que llegan de Piamonte, el pistacho de Sicilia y las cremas de Fiorencia.

“Trabajamos mucho con trazabilidad, el cliente puede preguntar de dónde viene y lo podemos decir”, comenta Fernando.

Cada porción de helado, de 110 a 120 gramos, se ofrece a $ 2,50 y la doble porción, con al menos 180 gramos, a $ 3,50. Además hay otras presentaciones especiales y también en envases de medio litro y un litro.

Actualmente, Vito’s ha ampliado su servicio con entrega de sus helados en cuatro hoteles y oferta de envases en una cadena de supermercados.

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Planes a futuro

Pozo aspira que la industria de la heladería se fortalezca y se incentive la creación de cultura del gelato italiano, profesionalizar este oficio y pensar en una asociación de heladeros artesanales del Ecuador para ampliar las oportunidades de esta industria.

Con ello, apunta que en el país podría mejorarse la calidad del producto y brindar más plazas de trabajo en este nicho de mercado.

“Estamos trabajando para que el heladero tenga un título vaya a Europa a especializarse. Tengo todas las ganas de ayudar a las personas que quieran y crean en este proyecto, nosotros le buscamos la escuela y ayudamos para que vaya y se especialice”, remarca. (I)