En el limbo de la penúltima hora caliente del día y las advertencias de lluvia al caer la tarde de este viernes 18 de abril, arrancó la esperada procesión Jesús del Gran Poder, en el centro de Guayaquil.

La caminata penitencial, en el marco de una nueva conmemoración de Semana Santa, convocó a cientos de feligreses mucho antes de la hora pactada, a las 15:00. La cita fue en la Plaza San Francisco, desde donde empezó la actividad. Con ramitos en mano ($ 1 con estampita, 3 por $2 los sencillos), figuras de Jesucristo en cerámica y en compañía de sus familiares se agolparon al sitio donde se erige la iglesia del mismo nombre, en la parroquia conocida como Nuestra Señora de los Ángeles.

La procesión Jesús del Gran Poder, en Guayaquil, arrancó en la iglesia San Francisco.

Animados y conmovidos por el Fray César Morales, párroco, los fieles rezaron un Padrenuestro, un Avemaría y el Salve Reina. Después de unos 20 minutos, que incluyó sus sermones y la salida de las carrozas con la Virgen de los Dolores y otra con Jesús cargando la cruz (los dos a gran escala) cubiertos de pétalos de rosas rojas, rosadas y amarillas, que cayeron de la terraza del templo, precedidos por monaguillos, cucuruchos y ‘marías’ con mantos morados, finalmente la procesión empezó, tomando rumbo por la calle Baquerizo Moreno. Desde ese punto, los penitentes fueron seguidos por vendedores de ramos y bebidas para apaciguar el clima bochornoso.

Publicidad

Asistentes entrevistados por diario El Universo coincidieron en elevar este gesto a favor de su salud, en lo personal, y fuera de lo privado, en nombre del país. Ellos pidieron por la seguridad y estabilidad de Ecuador, y “que Dios ilumine al presidente” electo en su nuevo mandato.

Feligreses piden por la estabilidad en el país, en la procesión Jesús del Gran Poder, en el centro de Guayaquil. Foto: Francisco Verni. Foto: Francisco Verni

“Es la primera vez que vengo, la vi en la tele y mi espíritu me guió en venir acá. Inicialmente iba a la del Cristo de Consuelo (Sur), pero sentí un llamado en venir acá”, comentó Lucía Garzón, quien justamente se dirigió a esta parte de la ciudad desde Las Acacias. “Quisiera dedicar esta procesión a mi familia y al gobierno, para que Dios los ilumine”.

“Ojalá Dios quiera que con el nuevo presidente cambien las cosas, hay muchos niños con drogas y otros problemas en el país. Que Dios lo ilumine para que podamos salir adelante con él”, expresó Irma Sarmiento. En compañía de su hijo de 42 años y llevando en brazos una figura del rostro doliente de Jesús, con la corona de espinas, la ciudadana aseguró que camina en la procesión desde que era una niña.

Publicidad

La ciudadana Irma Sarmiento cumplió la procesión Jesús del Gran Poder, en el centro de Guayaquil, acompañada de un rostro doliente de Jesucristo. Foto: Gisella Quintana

“La procesión es un compromiso anual que tengo y en agradecimiento por las bendiciones que he recibido cada año, como salud”, explicó Iván Molina sobre su motivación para asistir a esta caminata desde La Pradera 2 con sus padres y el perrito de la casa, porque “también es parte de su familia”.

No fue el único grupo que acudió acompañado por su mascota, fue una escena que se repitió en otros. Por ejemplo en el caso de Eloísa Salazar, quien camina con su perrito desde hace tres años. “Esta es una penitencia que hacemos año a año y esta vez, más que todo lo hago por el país, por la inseguridad que estamos viviendo. Pedimos que la situación mejore”, dijo la residente del barrio Garay, acompañado por su hermano y su hijo.

Publicidad

Iván Molina (i) con sus padres y su mascota, que siente como parte de su familia, en la procesión Jesús del Gran Poder, en el centro de Guayaquil. Foto: Gisella Quintana

La costumbre de llevar una figura representativa de la Pasión de Cristo también fue replicada por las hermanas Karla y Andrea Verón, con una figura de madera del Hijo de Dios crucificado que ha estado en su familia por más de 50 años. “Este Cristo llegó a manos de mi papá, de una de sus tías, cuando yo tenía 3 años, hoy tengo 54. Cuando tenía 6 años en la esquina donde nosotros vivíamos se inició un incendio. Mi papá cogió esta imagen y metió la ropa en sábanas para sacarnos. Y nos salvamos, con la fé de mis padres”, explicó Karla que imploró “por la salud, por la familia y la situación del país”.

Las hermanas Verón en la procesión Jesús del Gran Poder, en el centro de Guayaquil. Foto: Gisella Quintana

La caminata Jesús del Gran Poder, en el centro de Guayaquil, no representó como es tradición las estaciones del Vía Crucis, o los momentos cruciales de la Pasión de Cristo. Sin embargo, evocó los pasajes bíblicos vinculados con esas escenas, suplicando y rezando con diferentes intenciones en cada parada. Mientras tanto los católicos convocados en la actividad llenaban por lo menos unas tres cuadras en cada pausa.

La procesión giró por la calle Alejo Lascano, y avanzó por Lorenzo de Garaycoa hasta 10 de Agosto. Allí giró, de nuevo, en Chimborazo para encontrarse otra vez en Baquerizo Moreno y volver a la iglesia San Francisco, alrededor de las 18:00. Allí los esperó la misa de Viernes Santo. (I)