Han empezado a llamarle al teléfono celular para indagar sobre las tarifas que cobrará en el nuevo año lectivo escolar que empezará en mayo. Son alrededor de ocho personas que ya se han comunicado y le han consultado sobre las tarifas de traslado de sus hijos de sus hogares a los planteles educativos.
Lucía Tobar, quien brinda el servicio con dos unidades en un plantel educativo de Urdesa, ha recibido esas llamadas. Ella, así como otros conductores de buses y furgonetas que prestan esta clase de servicios a planteles han sido uno de los más golpeados por el cese de actividades y ahora alistan su reactivación total con la flexibilización de medidas.
Publicidad
Para este periodo lectivo venidero el Ministerio de Educación autorizó el 100 % de aforo en clases presenciales y con ello los distintos servicios que giran alrededor de la educación, incluyendo los expresos escolares, también están a la expectativa de volver a la normalidad, aunque con los debidos cuidados por la presencia del COVID-19 y sus variantes.
Tobar, quien tiene dos expresos que paralizaron sus actividades a nivel colegial en estos dos años, cuenta que en la época más complicada de la pandemia tuvo que subsistir en su hogar con el servicio que provee desde hace varios años con una empresa y además sumó un ingreso adicional con otra entidad.
Publicidad
Además, tres hijas le ayudaban con gastos para mantenerse durante este tiempo que lo vio como “complicado”. Aunque no fue su caso, ella cuenta que varios compañeros debieron vender sus unidades por las deudas que arrastraban, ya que no tenían otra clase de ingresos.
La vida útil de expresos escolares fabricados desde el 2001 se amplía por cinco años
Ahora, ella menciona que ante la situación económica que viven el país son conscientes de que muchos padres están buscando abaratar costos por la falta de empleo o rebaja de sueldos. Por ello, ella optará por mantener similares precios (entre $ 50 a $ 65 o $ 70, dependiendo distancias) que tenía antes de la pandemia, a pesar del incremento de los costos operacionales.
Ella se ajustará al presupuesto para tratar de captar clientes de esa manera, pese a que los gastos de varios insumos necesarios como el combustible (diésel, en la mayoría de unidades), llantas y otros implementos necesarios para mantener sus rutas. “Nosotros tenemos que considerar la situación del país y no podemos cobrar tanto”, comenta Tobar.
En su caso, ella alista descuentos en caso de que la busquen padres de familia para inscribir a dos hermanos o más que residen en un mismo sitio. Esa reducción podría ser del 5 %, es decir, que si el expreso cuesta $ 50 para cada alumnos, por ambos podría dejarse en $ 90 al mes.
Así como ella, Gladys Cantos, otra conductora de expreso, se siente entusiasmada que la situación se va a “normalizar”. Ella ha dado un primer paso con el grupo de niños que ya moviliza en las mañanas hacia el curso vacacional de un colegio de Guayacanes, que ha ofrecido esa inducción sin costo alguno. Aquello se inició el 9 de marzo y se prevé culminar el 9 de abril.
“Cargo 11 niños que de pronto me tocarán en el verano, es una poca cantidad que solo dos expresos hemos hecho el vacacional, ha habido bastante niños (en el curso), pero los padres los van a ver”, comenta. Su meta al inicio del año escolar será de 17 niños.
En el plano escolar, ella actualmente colabora en el traslado de menores que residen en sectores del norte como Urdenor, Samanes, Guayacanes, Urdenor, Ciudad Colón y analizar que podría extenderse hacia la Garzota, dependiendo de la demanda.
“Es bueno el retorno. Tanto para nosotros que trabajamos, como para los padres que los chicos regresan al colegio la preparación ya cambia y también muchos niños con todo ese tiempo en la casa se han sentido difícil”, dice.
La señora, que se mantenía con ingresos de su jubilación, contó que el auto lo ha mantenido como uso personal, ya que oportunamente ya pagó su vehículo y evita dar el servicio de empresas por las distancias lejanas.
Varios de los conductores de expresos escolares consultados insistirán con los controles sanitarios, dependiendo de los dictámenes de las autoridades de Gobierno, aunque por ahora en algunos casos indicaron que tomarán la temperatura a los menores y mantendrá el porte obligatorio de mascarilla.
Tobar cuenta que se mantendrá una distancia prudencial entre los menores y evitar el encierro con aire acondicionado para que el aire fluya en el interior del transporte.
En otro plantel del centro porteño, una representante indica que se analiza la incursión de una flota de expresos que ofrecen similares precios que hace dos años, entre $ 36 a $52 según la distancia, y que les llama la atención que se ofrece adicionalmente un aplicativo móvil para que los padres conozcan por medio de notificaciones y en tiempo real el recorrido que va realizando la unidad de transporte.
A raíz de la pandemia, 2.480 personas dejaron esta actividad por distintas razones, indican dirigentes de la Federación de Transporte Escolar e Institucional del Ecuador (Fenatei) en el segundo semestre del año pasado.
Ahí, se incluía personas que venderían sus unidades o las emplearían en otros servicios como llevar productos y comerciarlos. En 2020 eran 13.980 y quedaron aproximadamente 11.500. (I)