El regreso a las aulas trae consigo no solo la preocupación de comprar útiles escolares y uniformes sino también el transporte de los estudiantes hasta el colegio y su retorno a casa.

En medio de la ola de inseguridad, que motivó un estado de excepción vigente en Guayaquil ante asesinatos y ataques con explosivos que se reportan con frecuencia en varios sectores de la urbe, muchos padres analizan cuál es la mejor opción a la hora del transporte de los menores.

Unos, incluso, han optado por ir personalmente a dejarlos y recogerlos a la hora de salida, cambiando así su rutina.

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Un padre de familia que trabaja en una empresa del sur de la ciudad ahora cumple jornada presencial a medio tiempo y completa las ocho horas de labores de manera virtual, para así poder ir a ver a su hijo al colegio, en la tarde. Para él esto fue posible porque no tiene relación de dependencia.

Karla Paredes, quien vive en el barrio del Centenario, incluso cambió a su hijo a un colegio ubicado a una cuadra de su casa. El adolescente ahora camina junto a su padre hasta la puerta del colegio y a la salida ella está ahí esperándolo.

La mujer dice que su hijo camine solo a la casa no es una opción, pese a que ya tiene 14 años. Ella no solo buscaba un mejor colegio sino también quería quitarse la preocupación de contratar un expreso.

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“Pensaba que el expreso podría estar en el semáforo y se podía dar un sicariato cerca”, sostiene la mujer que revela que vivió en Perú hasta los 12 años cuando el grupo Sendero Luminoso colocó una bomba que afectó a un expreso escolar de su colegio y varias niñas murieron.

Ese día, sin poder cambiarse el uniforme, la mamá de Karla la llevó hasta el aeropuerto de Lima y volvieron a Ecuador, revela la mujer de 41 años que incluso escuchó los disparos el pasado 18 de octubre del 2021 cuando un niño murió en una heladería del Centenario en medio de un asalto.

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Ocurrió a unos metros de la casa de ella y el niño que falleció era compañero de su hijo menor, relata la mujer que se muestra muy preocupada por la inseguridad.

¿Qué dicen los conductores?

Algunos conductores de expresos escolares de un colegio fiscal ubicado en la avenida Machala y Gómez Rendón, este martes 25 de abril seguían afuera del plantel esperando a los padres para negociar y concretar el traslado de sus hijos.

Ángel Rivera, con 27 años de experiencia en transporte de estudiantes, esperaba este martes 25 de abril a los padres de familia de un colegio de la avenida Machala para ofrecer su servicio.  Foto Jorge Guzmán Foto: El Universo

Ángel Rivera comenta que 3 buses y 18 furgonetas normalmente están asignadas a ese plantel. Este martes mandaron una de las furgonetas a un colegio del norte de la urbe porque no se llenó de estudiantes.

“No sé si sea por la situación económica o porque los padres ahora prefieren recoger a sus niñas, pero seguimos aquí esperando llenar el cupo de todo los años”, expresa el conductor que tiene 27 años dedicado al traslado de estudiantes.

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Iván Burbano, otro conductor de un emblemático colegio del centro de Guayaquil, señala que por el contrario han recibido más solicitudes de padres en estos dos días en que se inició oficialmente el año escolar 2023-2024 en la Costa.

Él considera que precisamente por la inseguridad los representantes prefieren ahora que sus hijos se trasladen en expreso, para que ni siquiera tengan que salir de los colegios y que los dejen en la puerta de la casa.

Burbano detalla que los valores van desde 40 hasta 60 dólares mensuales y revela que hay rutas que llegan hasta la avenida Casuarina, la Ladrillera y El Recreo, en Durán, pero en estos casos no se lleva a los estudiantes hasta la puerta de su casa sino que solo pasan por la calle principal.

Hay 2.480 carros dedicados al transporte escolar en Guayaquil que atienden a un promedio de 100.000 estudiantes. El 70 % de los usuarios son de planteles particulares y 30 % del área fiscal.

El conductor dice que resultaría muy peligroso para todos entrar por la calles secundarias de las cooperativas que hay en esas zonas.

Pese a estos casos, Oswaldo Guamán, presidente de la Federación Nacional de Transporte Escolar e Institucional del Ecuador, refiere que es muy pronto para conocer si hay más o menor demanda de expresos escolares por el contexto de inseguridad.

Él cree que al final de esta semana se puede hacer un análisis más apegado a la realidad.

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Lo que sí reveló es que más de 1.500 expresos escolar en Guayaquil ya cuentan con cámaras conectadas al ECU911 y a la Corporación para la Seguridad Ciudadana de Guayaquil (CSCG). Falta la instalación en unos 950 expresos más, pero esto se haría en el transcurso de las semanas.

Guamán garantiza que al menos estos carros están vigilados, tienen cuatro cámaras: dos internas y dos externas. Además, los expresos ahora cuentan con botón de pánico, dice el dirigente del gremio.

Hay 2.480 carros dedicados al transporte escolar en Guayaquil que atienden a un promedio de 100.000 estudiantes, sostiene Guamán. Él agrega que 70 % de los usuarios son de planteles particulares y 30 % del área fiscal.

También indica que ha pedido reunirse con el gobernador del Guayas, Francesco Tabacci, para articular acciones con la Policía y tener un protocolo de atención ante cualquier eventualidad.

Mientras tanto, Luis Lalama, director de operaciones de tránsito de la ATM, recomendó a los padres contratar expresos legalizados, es decir, que cuenten con placa de alquiler, tengan documentación al día y dispongan de los dispositivos básicos como cinturones de seguridad. (I)