Una planta de agua potable con capacidad de potabilización de 600 litros por segundo (l/seg) se pretende entregar este 2024 en la parroquia La Aurora, del cantón Daule.
El proyecto cubriría la demanda de esta parroquia que se mantiene en continuo crecimiento. Según estimaciones de la Alcaldía, en esa zona habitan unas 180.000 personas.
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Con esta obra, que se levanta en la zona del vial 10, cerca de la urbanización La Rioja, el cabildo pretende crear autonomía para el suministro de agua potable, puesto que hasta ahora el servicio es provisto por Amagua, que compra el agua en bloque a Interagua, concesionaria encargada del servicio en Guayaquil.
En los últimos años, las quejas de los moradores de La Aurora han sido reiterativas por cortes repentinos que se han derivado de problemas en el suministro en Guayaquil, falta de comunicación con antelación sobre interrupciones con el concesionario local y molestias por valores de facturación.
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A su vez, por la dependencia del proveedor de Guayaquil, los usuarios han percibido que las planillas de facturación resultan con valores altos.
Para remediar esa situación, el alcalde de la localidad, Wilson Cañizares, explicó que se busca culminar el proyecto de una planta de agua potable pese a que el plan se ha dilatado por diversos problemas. Hasta abril anterior, la obra llevaba el 98 % de avance.
A fin de avanzar en la puesta en marcha del proyecto, en el primer periodo del actual alcalde se hizo un crédito con el Banco del Estado de $ 17,5 millones. Sin embargo, estos recursos no fueron suficientes en el camino.
El alcalde expuso que la obra se inició en 2021 con un plazo inicial de 18 meses, por lo que la fecha de culminación estaba para mediados de 2023. Hubo trabas y suspensiones por temas contractuales, cambios en diseños del proyecto, contratos complementarios, también falta de lluvias que afectaron obras de captación y búsqueda de más recursos.
Por los contratos complementarios se pidió a la Contraloría hacer un nuevo acuerdo que supere el 15 % de lo ya contratado máximo que permite la ley. Mientras se daba aquello hubo una paralización de al menos seis meses en la obra.
“Cuando ya se comenzó a ejecutar lógicamente que los costos y tiempos varían, no solo de materiales y personal, que año a año cambia el sueldo básico, etc., y cuando se van a realizar las obras hay que hacer actualizaciones, o en la ejecución de obras salen otros rubros que no fueron considerados, por eso son los contratos complementarios...”, expuso el alcalde.
A inicios de 2024, el cabildo ya obtuvo autorización de la Contraloría para contratar obras complementarias, aunque sin la fiscalización, para lo cual finalmente recibieron el visto bueno en abril de este año.
Del banco estatal no hubo aceptación de renovación del crédito para obtener más dinero y se debieron buscar recursos propios de la Alcaldía.
En la planta de tratamiento, en general, se han invertido los fondos del crédito del Banco de Desarrollo del Estado y además $ 2,7 millones de recursos municipales. Estos últimos destinados principalmente a obras complementarias, que dan un total de $ 20,2 millones de inversión en todo el proyecto.
Luego de superar esos inconvenientes, la primera etapa de la obra se reanudó en enero anterior, y por ahora en este mes se espera que culmine el proyecto y se inicie una etapa de pruebas durante dos meses hasta que el agua cumpla con especificaciones de parámetros nacionales e internacionales. Luego ya entraría a operar oficialmente.
“Ojalá con todos estos inconvenientes tengamos este año agua de calidad, que nos asegura agua por muchos años para este sector”, dijo Cañizares.
El proyecto tiene dos fases. La primera consiste en captación, potabilización, tanque elevado, cisterna, acueducto, que se culminaría en junio, y una segunda etapa con otro módulo de potabilización, que implicaría aumentar cantidad de metros cúbicos que se potabilizan por día.
Con la primera etapa se contaría con una capacidad de potabilización de 600 litros por segundo que cubriría el abastecimiento a 20 años para toda La Aurora.
Con esta obra, el alcalde expuso que se daría un periodo de transición en que la concesionaria Amagua seguirá comercializando el líquido vital en el cantón para que subsanen los problemas que puedan surgir con la nueva planta.
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“Municipio en estos momentos no quiere asumir transición para que ellos mismos resuelvan los inconvenientes que puedan surgir, Amagua, que de alguna manera ha usufructuado los recursos de la población de Daule por todos estos años que ha comercializado el agua y ha ganado recursos”, detalló el alcalde, quien no descartó que a largo plazo los valores por metro cuadrado, que rondan los $ 0,90, puedan bajar.
Por otra parte, como alternativa, la Alcaldía maneja la posibilidad de vender agua a zonas vecinas, como Samborondón, con lo que se podría reducir a diez años el abastecimiento en La Aurora, sin embargo, se podrían producir recursos propios que lleguen a las arcas municipales.
Con esos fondos, en un plazo de unos cinco años podría darse la construcción de la segunda etapa de la planta y con ello se ampliaría la capacidad y aseguraría un plazo más amplio de servicio de agua potable a los dauleños.
Como obra paralela, en un terreno aledaño, ubicado en el vial 10, se construyó una subestación de energía que permita cubrir demanda de la planta, en estos se invirtieron $ 800.000. (I)