La Empresa Pública Municipal de Agua Potable y Alcantarillado de Guayaquil (Emapag) indicó que la planta de toma de agua ubicada a unos 30 kilómetros aguas arriba del punto de descarga de las lagunas de oxidación “asegura que el agua captada para consumo humano no se contamine con las aguas residuales tratadas”.
Con ello, recalca que la calidad del agua que llega a los hogares guayaquileños “cumple con todos los estándares de seguridad establecidos, garantizando que no represente un riesgo para la salud pública”.
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Este pronunciamiento por parte de Emapag llega días después de que el Ministerio del Ambiente anunciara que la Agencia de Regulación y Control del Agua (ARCA) inició un procedimiento administrativo sancionador contra el Municipio de Guayaquil, Empresa Municipal de Agua Potable y Alcantarillado e Interagua “tras detectarse contaminación en el río Daule, fuente principal de captación para la producción de agua potable de la ciudad”.
Ante esta acción, la Empresa Pública aclaró que el diseño que tiene la planta previene cualquier riesgo de contaminación, ya que el cauce natural del río fluye en dirección opuesta a las descargas, protegiendo así el suministro de agua potable.
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El proceso iniciado por la ARCA se derivaba de inspecciones realizadas y análisis de muestras de calidad de agua residual previas a descargas al río provenientes de las plantas de tratamiento Guayacanes-Samanes y Sauces-Alborada, en las que se evidenciaron niveles de coliformes fecales, entre otras sustancias.
En ese sentido, Emapag explicó que en el tratamiento de aguas residuales, en las lagunas de oxidación Guayacanes-Samanes y Sauces-Alborada, se han implementado mejoras tecnológicas que optimizan el funcionamiento de las lagunas, permitiendo un tratamiento más eficiente.
Esto a pesar de que ambas -que fueron construidas entre 1980 y 1990- están operando a su máxima capacidad, procesando un volumen de aguas servidas superior al que fueron diseñadas para manejar.
“Aunque las lagunas operan por encima de su capacidad original, los sistemas avanzados de tratamiento, como el DAF Krofta y el Tanque de Contacto Tornillo, aseguran que el agua tratada cumpla con los estándares de calidad requeridos. Además, se realizan monitoreos periódicos para verificar que las descargas no afecten al medioambiente”, agregó Emapag.
La empresa pública, a través de un comunicado emitido este lunes, 16 de diciembre, señaló que para mejorar el tratamiento de aguas residuales de la ciudad se está construyendo la planta Los Merinos, que se prevé entre en funcionamiento en 2026.
Se proyecta que la planta incremente la capacidad de tratamiento y alivie la presión sobre las lagunas actuales. (I)